Líbano empezará el viernes un confinamiento que durará al menos dos semanas para frenar la propagación del coronavirus en el país en el contexto de la crisis desatada por las explosiones ocurridas el pasado 4 de agosto en el puerto de Beirut.

El ministro de Sanidad en funciones, Hamad Hasán, ha anunciado desde el Hospital Al Maunat de Jbeil que el confinamiento comenzará el viernes y se prolongará dos semanas, aunque el aeropuerto quedará excluido, según recoge la agencia de noticias oficial NNA.

El departamento de Hasán ha informado este martes de que en las últimas 24 horas se han registrado 421 nuevos casos de COVID-19 para un total de 9.758 personas contagiadas, incluidas más de cien víctimas mortales.

Líbano había conseguido controlar la pandemia de coronavirus pero las explosiones en Beirut, que se han saldado con casi 200 muertos y miles de damnificados, entre ellas unas 300.000 personas que se han quedado sin casa, han facilitado la circulación del virus y han saturado el sistema sanitario.

Las explosiones en Beirut, que tendrían su origen en 2.750 toneladas de nitrato de amonio mal almacenadas, han golpeado Líbano cuando atraviesa la peor crisis económica desde su guerra civil (1975-1990), por lo que ahora se teme que derive en una crisis humanitaria.