El Gobierno de Letonia ha anunciado la obligatoriedad del uso de mascarillas en varios espacios públicos a partir de este miércoles, una decisión tomada a la luz del "rápido aumento" de la prevalencia de la COVID-19 en el país.

En un comunicado, las autoridades letonas han puntualizado que las mascarillas, que ya eran obligatorias en el transporte público, deberán usarse también en comercios, farmacias, oficinas de correos, museos, bibliotecas, aeropuertos y estaciones de autobuses y tren, además de en lugares de culto.

La medida también se dirige a los empleados de estas instalaciones que no disponen de barreras físicas especiales para distanciarse de los clientes. De la normativa se ha excluido a los niños menores de 13 años y a las personas que no pueden utilizar esta medida preventiva por razones médicas.

Las autoridades letonas prevén introducir nuevas restricciones a partir del sábado, que estarán en vigor hasta el 6 de noviembre. Destacan la suspensión de los entrenamientos deportivos si no pueden llevarse a cabo al aire libre y la prohibición de organizar eventos de este tipo.

También a partir del sábado, pero sin fecha de fin, el Gobierno de Letonia ha prohibido los eventos privados con más de 30 personas en interiores y 300 personas en exteriores. Además, las mesas de restaurantes y bares no podrán acoger a más de cuatro personas. Estos establecimientos podrán abrir desde las 6.00 horas (hora local) hasta las 24.00.

En el comunicado, las autoridades letonas han lamentado que "el nivel de participación de la población para seguir las recomendaciones establecidas por el Estado" es "demasiado bajo", por lo que la COVID-19 "se está propagando rápidamente".

El primer ministro de Letonia, Artur Krisjanis Karins, ha señalado que las próximas semanas son "cruciales" en la lucha contra la pandemia de coronavirus del país. "O rompemos las cadenas de transmisión de la COVID-19 o la COVID-19 nos romperá a nosotros", ha dicho, según informa la agencia de noticias alemana DPA.

Hasta ahora, Letonia, que cuenta con una población de 1,9 millones de habitantes, ha confirmado casi 3.000 personas contagiadas por la enfermedad, incluidas 41 muertes.