Los secuestros se dispararon un 300 por ciento

Un total de 2.421 civiles sufrieron una muerte violenta en Sudán del Sur en el año 2020, el doble que en 2019, según un informe anual realizado por la misión de Naciones Unidas en el país.

En la misma línea, más de 1.500 personas resultaron heridas frente a las 866 del año 2019.

Los niveles de violencia se mantuvieron más bajos que antes de la tregua de 2018, no obstante, y los focos de conflictos se concentraron en el 13 por ciento de las 540 áreas administrativas en las que se divide el país.

La misión de la ONU apunta a las milicias como principales causantes de estos incidentes, ya que le atribuyen el 87 por ciento de los incidentes violentos.

Entre estos, también se destaca un aumento del 300 por ciento de los secuestros, la mayoría niños raptados durante ataques e incursiones organizadas por milicias para reclutarles de manera forzosa o trabajar a sus órdenes.

Por otro lado, la violencia sexual se redujo un 21 por ciento el pasado año.

La mayoría de los incidentes violentos se produjeron en una ola de ataques en las provincias de Jonglei, el área administrativa de Gran Pibor, Warrap y Lagos. En estas zonas, las milicias están apoyadas por élites locales o nacionales a cuyos intereses sirven.

"El aumento de la violencia subnacional es profundamente preocupante y ha tenido un impacto devastador en la vida de las comunidades que ya sufrían enormes privaciones económicas debido a las inundaciones", señala el líder de la misión de la ONU, David Shearer.

Naciones Unidas desplegó a finales de año a sus pacificadores en estas áreas afectadas en las que el conflicto gana en intensidad ante la escasez de recursos.

En el comunicado que acompaña el informe, Shearer también apostilla que además de las labores de patrulla, la misión "trabaja estrechamente a nivel local y nacional para facilitar las conversaciones de paz y promover la reconciliación y la liberación de mujeres y niños".