La sensación de despedida y el ánimo combativo propio de las campañas electorales se vivirán la semana próxima en el Senado y en el Congreso, respectivamente, ya que los plenos en ambas Cámaras se desarrollarán bajo la influencia del 28A.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrentará el miércoles en el Congreso a una sesión de control durante la que tendrá que hablar más de su balance de mandato que de medidas a futuro. La legislatura acabará el 5 de marzo, cuando se disuelvan las Cortes.

Los líderes de los principales grupos de oposición, Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Cs) e Irene Montero (Unidos Podemos) -Pablo Iglesias está de baja por paternidad-, han coincidido prácticamente en el texto de sus preguntas al jefe del Ejecutivo, pues todas hacen hincapié en el balance de sus casi nueve meses de mandato.

Es cierto que la cuestión del líder de Ciudadanos pide "una valoración de las nuevas circunstancias que concurren en la situación política de España", pero la suya, como las de Casado y Montero, persiguen un objetivo común: destapar las, a su juicio, carencias de la gestión del presidente del Gobierno.

En consecuencia, Cataluña acaparará otra vez uno de los focos del debate hasta el extremo de que será el asunto estrella del pleno del martes en el Congreso gracias al PP.

El grupo popular ha conseguido incluir en el orden del día el debate de su proposición de ley para instaurar penas de cárcel a los cargos públicos y funcionarios que alienten referéndum ilegales, así que el recuerdo del 1-O planeará sobre el hemiciclo.

Pocas horas después, está previsto que defienda una moción sobre el compromiso de la vicepresidenta, Carmen Calvo, con la defensa de la Constitución y de la convivencia en Cataluña.

Dado el ambiente, queda desdibujado el punto sobre la Presidencia de Venezuela, igualmente motivado por el PP.

Cataluña y el modelo territorial del Estado, uno de los marcos de la época electoral que se avecina, seguramente eclipse algunos de los asuntos importantes de la legislatura que se asomarán por el pleno del miércoles, como los cambios educativos, la lucha contra la precariedad laboral, la conexión ferroviaria con Extremadura o hasta el "caso Villarejo".

Si en el Congreso se auguran ánimos combativos, en el Senado también, pero aquí además con sensación de despedida. La Cámara Alta bajará la persiana de los plenos tras la semana que viene.

Su sesión de control del martes contiene preguntas sobre el diálogo político en Cataluña (la de ERC) y sobre el balance de la etapa de Sánchez (la del portavoz del PP, Ignacio Cosidó), lo que ya garantiza una sesión enérgica, en la línea de las que últimamente se disputan en el Senado.

Por si fuera poco, una de las mociones a debatir y votar dice literalmente: "Moción sobre la situación de Cataluña y las negociaciones ocultas entre el presidente del Gobierno y el presidente de la Generalitat". La defenderá la senadora de Ciudadanos Lorena Roldán.

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Al Senado ya no, pero al Congreso le quedará una semana más de actividad, la de finales de mes, lo que ha obligado a muchas comisiones, subcomisiones y ponencias a acelerar sus trabajos.

Por las comisiones correspondientes de la Cámara Baja pasarán la ministra de Economía, Nadia Calviño, el miércoles, y el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, el jueves.

Se esperan, además, las comparecencias del Jefe Negociador de la UE sobre el "brexit", Michel Barnier, y del comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete.

Justo el desenlace del "brexit" coincidirá con las Cortes disueltas, de ahí que la ponencia del Congreso encargada del estudio de semejante acontecimiento quiera terminar sus deberes cuanto antes.