La situación de bloqueo parece ir de la mano en los últimos meses junto a la política española, también en el ámbito nacional. A Pedro Sánchez se le acaba el tiempo para encontrar los apoyos suficientes para ser investido como presidente del Gobierno en el pleno de investidura que tendrá lugar la próxima semana en el Congreso de los Diputados. Con el 'NO' rotundo de Ciudadanos a sentarse a negociar con Sánchez, la suma de ambos partidos daría mayoría suficiente, el líder socialista solo puede coger el camino de 'Unidas Podemos' junto a los nacionalistas y los independentistas, pero el bloqueo continúa también en esta dirección.

La carta de Sánchez para formar un Gobierno de Izquierdas pasa por aceptar las condiciones de Pablo Iglesias, que quiere representación de Unidas Podemos en el próximo Consejo de Ministros. También hay que tener en cuenta el apoyo de partidos como EH Bildu o ERC, que en los últimos días han mostrado su voluntad de apoyo siempre y cuando Sánchez llegue a un acuerdo con Pablo Iglesias.

En los últimos días, las posturas de Sánchez e Iglesias parecían distanciarse con el paso de las horas. Una reunión a principios de semana y una llamada a última hora del pasado jueves certificaban ese distanciamiento que augura a corto plazo una semana de investidura complicada y a largo plazo, si no hay acuerdo, una repetición electoral en los próximos meses. 

Pero este viernes, cuando pasaron menos de 12 horas desde el último contacto, fuentes cercanas a ambos partidos dieron algo de luz a esta relación política: Sánchez e Iglesias se han instado a retomar las negociaciones de cara a la próxima semana, pero, según fuentes moradas, Iglesias no va a cambiar ni un punto de su postura y señalan que “no hay ningún cambio que invite a pensar que el reencuentro está próximo”.

Los afiliados de Unidas Podemos tienen mucho que decidir en los próximos días, ya que desde la formación morada se ha abierto una consulta popular, que está abierta desde el viernes hasta el próximos jueves, para ayudar a Pablo Iglesias y a sus diputados sobre la postura del grupo parlamentario en la investidura del candidato socialista.

Por otro lado, la segunda y última salida para intentar acabar con este “bloqueo” es la repetición electoral, situación que sería idéntica a la que se produjo en 2016 cuando Mariano Rajoy no consiguió los apoyos necesarios para revalidar la presidencia”.

Según varios estudios, esta vía favorecería a Sánchez que incluso mejoraría sus resultados respecto a la cita electoral del 28 de abril. Pero también subiría el Partido Popular, ya que muchos expertos señalan que unas nuevas elecciones beneficiarían al bipartidismo. Por ello existe mucha incertidumbre en el PSOE respecto a un regreso a las urnas debido a una posible suma de PP, Ciudadanos y Vox suficiente para desbancar a Sánchez del Palacio de la Moncloa.