El director del Centro Nacional para el Control de Enfermedades (NCDC), Badr al Din al Nayar, ha expresado su preocupación ante la posibilidad de un repunte sin precedentes de los contagios por coronavirus en todo el país a consecuencia del fin de las restricciones de movimiento gracias al alto el fuego en el país.

Este repunte podría terminar de colapsar, teme en un comunicado recogido por el 'Libya Observer', los centros de aislamiento para casos sospechosos y confirmados, que ya funcionan al límite de sus capacidades.

El país ha registrado desde el inicio de la pandemia unos 129.000 casos y han muerto unas 2.088 personas, pero se trata de un balance engañoso dado los enormes obstáculos de verificación que ha planteado el conflicto entre el Gobierno de Trípoli y las fuerzas del este del país a lo largo del año pasado.

Además, Al Nayar ha reconocido que las circunstancias habían obligado a las autoridades libias a administrar la prueba del coronavirus a los casos considerados como de "alta prioridad", debido por ejemplo a la falta de personal en los laboratorios.

Es por ello que el responsable ha pedido a las autoridades que aceleren la llegada de test de prueba a los expertos sanitarios dado que la demanda va a crecer en los próximos días.

Asimismo, Al Nayar ha lamentado que los equipos de investigación, supervisores y empleados de los centros de aislamiento llevan días sin percibir las remuneraciones económicas prometidas por su trabajo en primera línea contra la pandemia y ha pedido al Gobierno que solvente esta situación a la mayor urgencia.