El exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras ha alegado ante el Supremo que la causa contra el "procés" será "un juicio a la democracia y su capacidad para tolerar la discrepancia política y la protesta ciudadana pacífica", al tiempo que ha lamentado la "criminalización" del independentismo catalán.
Junqueras y el exconseller de Exteriores Raül Romeva han recurrido ante la Sala de lo penal del Supremo el auto en que el juez Pablo Llarena acordó procesarlos por los delitos de rebelión y malversación por impulsar la hoja de ruta unilateral a la independencia.
En su recurso, a que ha tenido acceso Efe, ambos acusados sostienen que el "verdadero campo de debate" en la causa por el "procés" es "si España tiene o no una democracia madura y si los tribunales penales son capaces de entender que el conflicto político debe ser solucionado por medios políticos".
El escrito denuncia que Llarena está instruyendo la causa con un "sesgo a favor de las acusaciones" y "criminalizando" el independentismo catalán, pese a que éste es "pacífico y legal".