La Audiencia Nacional inició el pasado 13 de octubre el primer juicio al excomisario José Manuel Villarejo por tres presuntos encargos de espionaje y, unas cuarenta jornadas después, ha extendido el calendario hasta después del verano, con posibilidad de que alcance el año de duración.

Por el momento, la sección cuarta de la Sala de lo Penal tiene en el horizonte un total de 24 sesiones de juicio repartidas entre la semana que viene y los meses de junio, julio y septiembre, generalmente con intervalos de una semana de descanso, como siempre desde que empezó la vista oral.

A la vista de cómo iba transcurriendo el juicio, a inicios de este mes, el tribunal presidido por la magistrada Ángela Murillo tomó la decisión de extender las jornadas hasta el próximo 22 de septiembre, última fecha prevista de momento, aunque algunas fuentes no descartan que se necesite habilitar más.

El juicio está ya en su fase documental (aunque a falta de algún testigo solicitado a última hora por Villarejo que declarará la semana que viene), pero queda todavía por reproducir todas las grabaciones de las conversaciones que le fueron intervenidas tras su detención en 2017.

La Fiscalía Anticorrupción trató de acortar el juicio al plantear que sólo se escuchasen extractos de esas grabaciones que Villarejo niega haber efectuado y atribuye al CNI, si bien el abogado del excomisario, que desde el primer momento ha cuestionado la validez de los audios como prueba de cargo, solicitó -con el apoyo del resto de defensas- que se escuchasen en su integridad.

Una petición a la que el tribunal acabó dando el visto bueno y, también a propuesta de las partes, acordó que sólo los presentes en la sala puedan escuchar ciertos fragmentos que se consideren que afectan a la esfera íntima.

De esta forma, las próximas jornadas estarán monopolizadas por los audios de las conversaciones que mantuvo Villarejo durante los años en los que se extienden los tres presuntos encargos de espionaje que se juzgan, tres piezas menores dentro del caso Tándem, que supera ya la treintena de líneas de investigación en la Audiencia Nacional.

Estos proyectos encargados a Villarejo son Iron -un presunto espionaje de un despacho de abogados a la competencia-, Land -en torno a la disputa familiar entre las herederas de la urbanización de lujo La Finca en Madrid-, y Pintor -otro espionaje que habrían encargado unos empresarios, entre ellos Juan Muñoz, marido de la periodista Ana Rosa Quintana-.

También están acusados varios antiguos policías, como el comisario Enrique García Castaño, cuya defensa pidió recientemente que le examinase un médico forense para determinar si podía suspenderse el juicio por incapacidad tras haber sufrido un ictus.

Tras las grabaciones y después de la exhibición de los documentos que soliciten las partes, el juicio entrará en la fase de conclusiones definitivas y de informes y quedará visto para sentencia tras la última palabra de los acusados, con la duda de si habrá cumplido entonces su primer aniversario.