El Gobierno iraní ha manifestado este domingo su intención de mantener abiertos los canales diplomáticos con la comunidad internacional a pesar del asesinato este viernes del científico nuclear (y considerado como director del programa nuclear iraní) Mohsen Fajrizadé, de cuya muerte la República Islámica ha responsabilizado a Israel.

El portavoz del Gobierno, Alí Rabiei, ha pedido que nadie "caiga en la trampa de vincular el asesinato con las negociaciones sobre el programa nuclear" de Irán. Esa actitud, ha explicado, solo "reflejaría una falta de atención sobre la auténtica profundidad y dimensión del asesinato", dirigido en último término contra "todos los miembros de la sociedad y el futuro de Irán" en un acto de desestabilización.

Rabiei ha recordado que Irán siguió participando en las conversaciones nucleares de la pasada década a pesar de ataques a sus científicos, según declaraciones recogidas por el portal de noticias Alef.

En Twitter, no obstante, Rabiei se ha pronunciado con más contundencia contra los "enemigos terroristas" de Irán, que solo persiguen "romper la paz mental de la sociedad, alterar la seguridad regional, interrumpir el entorno de seguridad global y crear confusión en torno la estrategia de Irán".

"Queda por dar una respuesta decisiva a partir de una estrategia específica centrada en los intereses y la dignidad nacionales, y de la que determinaremos sus dimensiones, tiempo y lugar", ha añadido.

TURQUÍA SE SUMA A LAS CONDENAS POR EL ASESINATO DE FAJRIZADÉ

Por otro lado, en las últimas horas el Gobierno turco se ha sumado a la condena de los aliados de Irán contra el "abominable asesinato" del científico, según ha señalado el Ministerio de Exteriores de Turquía en un comunicado.

"Turquía espera que el culpable sea llevado ante la justicia y extendemos nuestras condolencias al Gobierno iraní y a la familia del fallecido", reza el comunicado.

"Nos oponemos a cualquier intento de perturbar la paz y la tranquilidad en la región, así como a cualquier forma de terrorismo, sin importar quién sea el objetivo", añade la nota del Ministerio, que pide un esfuerzo adicional para que la muerte de Fajrizadé no sea el punto de partida de una "escalada" en la región.