El Gobierno de Corea del Sur ha convocado este martes al embajador de Irán en el país para trasladar una queja por la interceptación de un petrolero con bandera surcoreana por parte de la Guardia Revolucionaria en el golfo Pérsico.

El director general de asuntos de África y Oriente Próximo de el Ministerio de Exteriores surcoreano, Koh Kyung Sok, ha reclamado al embajador, Said Badamchi Shabestari, que las autoridades iraníes liberen cuanto antes el barco y a su tripulación.

Antes del encuentro, Shabestari ha resaltado ante la prensa que la tripulación se encuentra bien y ha agregado que "no hay nada de qué preocuparse" en lo relativo a su estado de salud, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzadé, ha citado razones técnicas para justificar la interceptación. "A raíz de los informes iniciales de las autoridades locales, el asunto es puramente técnico", ha dicho.

Así, ha recalcado que "el buque fue llevado a la costa tras una orden judicial debido a que estaba contaminando la zona", algo que ya esgrimió el lunes la Guardia Revolucionaria tras la interceptación del barco, según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.

"Como otros paíes, Irán es sensible sobre estos delitos, especialmente la contaminación del ecosistema marino. Por ello, hace frente a estas situaciones según la ley", ha manifestado Jatibzadé, quien ha manifestado que "no es un incidente excepcional".

En este sentido, ha hecho hincapié en que "ha habido incidentes similares en aguas iraníes y de otros países, lo que es algo usual". "Se anunciará más información de forma adecuada", ha remachado.

El incidente ha tenido lugar en medio de las tensiones bilaterales en torno a un conjunto de activos financieros de Irán que se encuentran congelados en Corea del Sur a causa de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Teherán.

La Guardia Revolucionaria iraní interceptó el petrolero debido a una supuesta fuga de petróleo a través de su casco, motivo por el que ha sido trasladado hacia el puerto de Bandar Abbas. La empresa que opera el barco 'Hankuk Chemi', DM Shipping, ha negado que el buque sufriera una fuga.

El golfo Pérsico ha estado en el centro del incremento de las tensiones entre Irán y los países occidentales, especialmente Estados Unidos y Reino Unido, a raíz de la decisión de Washington de abandonar en 2018 el acuerdo nuclear de 2015 y reimponer sanciones contra el país.

Estados Unidos ha acusado en varias ocasiones a Irán de llevar a cabo ataques en la zona, lo que ha sido negado por Teherán, mientras que Reino Unido desplegó en 2019 dos buques de guerra tras la interceptación por parte de las autoridades iraníes del petrolero británico 'Stena Impero'.

La interceptación por parte de Irán llegó después de que un destacamento de los Marines británicos apresara el superpetrolero 'Grace 1', contratado por Irán, cuando navegaba cerca de Gibraltar ante la sospecha de que trasladaba un cargamento de crudo con destino a una refinería de Siria.