Iñigo Urkullu, que este jueves es investido lehendakari para un tercer mandato consecutivo, gobernará por primera vez con una cómoda mayoría absoluta y podrá sacar adelante todas las leyes que diseñe su Ejecutivo de coalición PNV-PSE, aunque tendrá que buscar equilibrios con sus socios socialistas para mantenerse los próximos cuatro años en el poder.

Mañana, Urkullu revalidará su cargo en el Parlamento Vasco con los 31 votos de su partido, el PNV, y los 10 del PSE. Será investido en la primera votación que se llevará a cabo ese mismo día y no tendrá rival en la otra candidata a lehendakari que se ha presentado por EH Bildu, Maddalen Iriarte, que únicamente conseguirá el apoyo de su grupo formado por 21 parlamentarios.

Los otros partidos con representación: Elkarrekin Podemos (6 parlamentarios), PP-Cs (6) y Vox (1) se abstendrán en las votaciones de elección de los dos candidatos ya que el reglamento de la Cámara vasca solo contempla la posibilidad de votar a favor o abstenerse pero no de hacerlo en contra.

Pero no será hasta dos días después cuando el lehendakari empiece oficialmente su nuevo mandato. Tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado del real decreto de su nombramiento firmado por el Rey Felipe VI, el sábado 5 jurará su cargo bajo el árbol de Gernika, símbolo de las libertades vascas, y a continuación tomará posesión en la Casa de Juntas de Bizkaia.

Hace ocho años, y hace cuatro también, juró con esta frase en euskera: "Apal apalik, Jaungoikoaren eta gizartearen aurrean, euzkolur gainean zutik, eta Gernikako haritzaren azpian, asaben gomutaz, herri ordezkari zareten zuen aurrean, nire agintea zintzo beteko dudala, zin dagit" (Humilde ante Dios y la sociedad, en pie sobre tierra vasca, bajo el roble de Gernika, en recuerdo de los antepasados, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo).

Antes de esta ceremonia Urkullu habrá desvelado los nombres de sus consejeros y se conocerá el peso real que tendrá en el Ejecutivo cada uno de los partidos, que ya gobiernan juntos en las tres diputaciones forales, las tres capitales y los municipios más poblados.

En la anterior legislatura el PNV gestionó ocho de las once consejerías, las de mayor peso presupuestario. El PSE se quedó con Trabajo y Justicia, pero sin competencias en empleo; Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, y Turismo, Comercio y Consumo.

Por el momento solo se ha confirmado la entrada en el Gobierno de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, aunque no se ha desvelado qué cartera asumirá o si será vicelehendakari, un cargo que Urkullu nunca ha utilizado en sus ocho años de gobierno y que provoca reticencias en el PNV, aunque ayer su presidente, Andoni Ortuzar, aseguró ver "con buenos ojos" la "decisión generosa" de Mendia de incorporarse al Ejecutivo.

A diferencia de la anterior legislatura, cuando PNV y PSE gobernaron sin mayoría absoluta, el Gabinete Urkullu estará en disposición de aprobar sus presupuestos después de haberse visto obligado a prorrogar los de 2018 por falta de apoyos parlamentarios.

Los dos primeros años tuvo que apoyarse en el PP para sacar adelante las cuentas y el último presupuesto de la legislatura en Elkarrekin Podemos.

No obstante, el principal desafío del nuevo Gobierno de Urkullu será responder a los retos provocados por la crisis provocada por la pandemia de covid-19 en los ámbitos sanitario, económico y social.