Se consolida un nuevo consenso entre las fuerzas independentistas: superar la barrera del 50 % de los votos en unas elecciones al Parlament, aunque JxCat, ERC y la CUP no se ponen de acuerdo de momento en cuáles serían los pasos a dar para avanzar hacia la independencia si se logra ese objetivo.

En las últimas semanas, las caras visibles de los partidos independentistas han coincidido en situar como meta para las próximas elecciones, que serán convocadas automáticamente para el 14 de febrero si no hay antes una más que improbable investidura, sobrepasar la mitad más uno de los votos de los catalanes.

Hasta ahora se han quedado cerca de ese objetivo: en 2015, Junts pel Sí y la CUP sumaron el 47,8 % de los votos, mientras que en 2017, tras la destitución del Govern de Carles Puigdemont por el artículo 155 de la Constitución, JxCat, ERC y la CUP se acercaron a esa suma, 47,5 %.

Ahora, tras una legislatura marcada por las condenas a los líderes del "procés" y que terminará abruptamente tras la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat, hay encuestas que otorgan a los independentistas no solo la mayoría absoluta de los escaños del Parlament sino también más del 50 % de los votos, en parte por la posible desmovilización de voto constitucionalista.

Torra, que ayer domingo emplazó a JxCat, ERC y la CUP a ponerse de acuerdo cuanto antes para clarificar qué harán si consiguen más de la mitad de los sufragios, les ha alertado este lunes de que, si ganan las próximas elecciones con más del 50 % de los votos y eso no conlleva "consecuencias políticas", perderán apoyo popular.

El expresident ha "discrepado" de quienes desde ERC aseguran que es necesario que el independentismo gane de manera sostenida en diversas elecciones por más del 50 % de votos, porque a su juicio los catalanes "ahora" ya tienen "la fuerza suficiente para hacer un salto colectivo", ya que "la independencia de Cataluña debe venir de un acto de ruptura democrática".

El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, se ha mostrado partidario de construir una hoja de ruta compartida con partidos y entidades independentistas que permita "hacer efectiva la posibilidad de acceder al derecho a la autodeterminación".

Por su parte, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha defendido la necesidad de celebrar un referéndum de autodeterminación aunque en las elecciones se supere el 50 % de voto independentista, ya que convocar un plebiscito "es el objetivo que suscita más consenso en la sociedad catalana, con casi un 80 %".

La viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, ha denunciado que JxCat y ERC "no aceptan las reglas del juego" y ha defendido que "en lo esencial" no hay diferencias entre estas dos fuerzas políticas.

"Creemos que la diferencia en lo esencial entre los dos proyectos políticos independentistas es inexistente y que el debate en torno al 50 % de los votos es una nueva estrategia independentista para obtener la atención mediática", ha subrayado Granados.

El portavoz de Podem Catalunya, Lucas Ferro, ha mostrado su rechazo al marco plebiscitario en el que JxCat quiere situar las próximas elecciones y ha llamado a ERC a desmarcarse y apostar por una "mayoría progresista" para Cataluña.

Por otro lado, el diputado de Ciudadanos en el Parlament Nacho Martín Blanco ha criticado al presidente del Parlament, Roger Torrent, por haber actuado de forma "unilateral" al haber fijado la fecha de las elecciones para el 14 de febrero.

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Martín Blanco, además, ha afirmado que la visita de Felipe VI a Cataluña el próximo viernes es "un acto de normalidad" y ha criticado la "campaña de desprestigio" contra el rey "por parte de los partidos independentistas, con la complicidad del Gobierno".