La Audiencia de Barcelona ha condenado al Servei Català de la Salut a indemnizar con 141.573 euros a una mujer a la que tuvo que extirparse el útero, cuando tenía 27 años, debido a las complicaciones de una cesárea que se le practicó en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona).

En su sentencia, que es firme, la Audiencia confirma una resolución de un juzgado de primera instancia de Barcelona que reconoció el derecho de la mujer, representada por los servicios jurídicos de la asociación Defensor del Paciente, a ser indemnizada por las secuelas sufridas en la cesárea.

La mujer ingresó en agosto de 2013 en el Hospital Sant Joan de Déu, con 41 semanas de gestación, para que se le indujera al parto, aunque se le diagnosticó una desproporción pélvico fetal que obligó a practicarle una cesárea, lo que requirió puntos hemostáticos y la colocación de una malla para detener el sangrado.

La ausencia de control del cuadro de dolor abdominal y de los puntos, admite la sentencia, provocó tres hematomas abdominales que desencadenaron una sepsis generalizada que no fue estudiada por los médicos que atendieron a la paciente.

Días después, la mujer fue derivada a otro centro sanitario con un shock séptico, por lo que se le tuvo que practicar una laparotomía exploradora y un drenaje de los abscesos infectados.

Esa intervención no impidió que se tuviera que volver a operar a la paciente para extirparle el útero, ya que la infección no pudo frenarse pese al drenaje y los antibióticos que se administraron a la paciente.

En la sentencia que ahora ha confirmado la Audiencia, el titular del juzgado de primera instancia número 54 de Barcelona considera probado que en el hospital "no se actuó con la diligencia necesaria, exigible y debida para evitar el daño", sin que la extirpación del útero y la esterilidad "pueda considerarse como una consecuencia habitual y frecuente de una cesárea".