Los incendios declarados en Cataluña en lo que va de verano, entre el 15 de junio y el 25 de julio, han quemado ya un total de 2.640 hectáreas, una cifra 70 veces superior a la de 2020 y la cuarta más alta de los últimos 15 años, mientras que el 59 % han sido provocados o bien por negligencia humana.

Así lo ha destacado este martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, en la que ha hecho un "llamamiento urgente a la responsabilidad ciudadana de todos los catalanes" para "evitar y minimizar conductas de riesgo".

De acuerdo con Plaja, de todos los incendios declarados en esta campaña, diez han sido originados por una colilla de cigarro, como el que quemó 415 hectáreas en el Cap de Creus (Girona), una causa responsable de que en la última década se hayan perdido 12.000 hectáreas forestales en Cataluña.

La portavoz ha pedido de esta forma extremar la responsabilidad y ha recordado que la "tregua meteorológica" de ayer, con episodios de lluvia y temperaturas algo más bajas, "se ha acabado".

"Volverán a aumentar las temperaturas y a crecer el riesgo de incendio", ha recordado.

Por eso, ha reclamado a la ciudadanía que "evite conductas de riesgo" y, sobre todo, que "no normalice el turismo incendiario", es decir, que no haga "excursiones" a zonas recientemente afectadas por un fuego para hacer fotografías porque es "peligroso" y, en muchas ocasiones, aún hay efectivos de los Bomberos trabajando en la zona.

"Tenemos que reiterar el mensaje de alerta porque vivimos una situación delicada", ha zanjado.