El incendio forestal registrado este fin de semana en el ayuntamiento de Vilariño de Conso, en la provincia de Ourense, ha obligado a salir a los vecinos con tractores para tratar de evitar que el fuego llegue a sus casas, reavivado por el viento.

Debido a la peligrosidad, la Xunta de Galicia ha decretado la situación dos, que se activa cuando hay peligro a núcleos habitados dada la proximidad de las llamas a Soutogrande y Soutelo.

En el control trabajan 13 agentes, 23 brigadas, 13 motobombas, cuatro palas, 14 helicópteros y nueve aviones y también se ha solicitado la intervención de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.

En declaraciones a Efe, la alcaldesa de Vilariño de Conso, Melisa Macía, ha explicado que la situación es "muy mala" y los vecinos han tenido que salir a la calle "con los tractores" para evitar que el fuego llegue a los perímetros de las casas y el fuego pueda afectar a los árboles.

Tal y como ha asegurado, el fuego está "muy extendido" alentado por el viento que reina en esta zona.

De hecho, fuentes de la Consellería del Medio Rural han confirmado que el conselleiro, José González, se está desplazando en estos momentos hasta Vilariño de Conso para conocer de primera mano la situación.

Los incendios no dan tregua a la Comunidad gallega, que supera las 7.600 hectáreas arrasadas en los fuegos registrados en las provincias de Ourense, la más afectada por los fuegos con una docena de incendios, Lugo y Pontevedra.

En esta jornada, integrantes de la UME sufrieron un percance al volcar una de sus autobombas durante las labores de extinción, según informaron efectivos de emergencias, y también se produjo un accidente de motobomba en la A-52.