Un tribunal militar de Líbano ha imputado por terrorismo a 35 personas por su papel en las protestas y disturbios registrados a finales de enero en la ciudad de Trípoli (norte), en el marco de las movilizaciones contra las restricciones por el coronavirus en medio de la grave crisis económica en la que se encuentra sumido el país.

El abogado Aiman Raad, que representa a los detenidos, ha recalcado que es la primera vez desde las multitudinarias movilizaciones de octubre de 2019 que se imputa a manifestantes por cargos de terrorismo, que conllevan incluso la pena de muerte, según el diario 'The Daily Star'.

La imputación de los manifestantes provocó nuevas protestas a última hora del lunes frente a la sede del Tribunal Militar de Beirut para reclamar la liberación de los detenidos, tal y como ha recogido el portal libanés de noticias Naharnet.

Las protestas en Trípoli derivaron en graves altercados y disturbios, incluido el incendio de la sede de la Alcaldía de la ciudad, tras lo que el primer ministro en funciones de Líbano, Hasán Diab, reclamó el arresto de los "criminales" responsables de los incidentes.

Asimismo, el primer ministro encargado, Saad Hariri, habló de "crimen organizado" y dijo que "la responsabilidad incumbe a todos los que trabajan en connivencia para socavar la estabilidad de la ciudad, incendiar sus instituciones, su Alcaldía, y ocupar las calles a través del caos".

Líbano, que afronta su peor crisis económica desde la guerra civil (1975-1990), se halla con un Gobierno en funciones desde agosto a raíz de la dimisión de Diab días después de las explosiones de agosto de 2020 en el puerto de Beirut, que dejaron más de 200 muertos y 7.000 heridos.

Hariri fue designado para la tarea en octubre de 2020, cerca de un año después de dimitir del cargo en medio de otra oleada de movilizaciones populares contra su Ejecutivo a causa de la mala situación económica del país, ante la falta de acuerdo sobre otro candidato tras la dimisión de Diab.