El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha opinado hoy que "la desmemoria" o desinterés por el pasado y la historia es "la base" para que proliferen "los proyectos reaccionarios" que preconiza tanto la derecha como sus extremos.

Lo ha expresado en la presentación de "Yolanda: La otra memoria de la Transición" (Planeta 2018), del escritor y periodista Carlos Fonseca, quien narra la historia de la bilbaína de 19 años, líder estudiantil y militante comunista, que fue asesinada de dos tiros en la cabeza por la extrema derecha en los últimos años de la Transición.

Iglesias ha criticado que esa falta de interés por la historia genera que algunos ciudadanos asuman los "chascarrillos cuñadistas" de "alguien que no ha leído nada", en alusión a dirigentes de otros partidos que propugnan frases como: "¿A quién le importa el pasado?, trabajemos pensando en el futuro".

Es un fenómeno que Iglesias ha denominado como "sinpapelimo", que conlleva la asunción de "todos los dispositivos autoritarios" en favor del discurso de partidos "reaccionarios".

En este sentido, Iglesias ha hablado sobre el caso del asesinato de Yolanda González, un hecho que, ha manifestado, ha tenido menor visibilidad mediática o institucional cuando se hablado de la Transición y el establecimiento de la democracia.

Sobre ello, ha sostenido que las víctimas del "terrorismo de extrema derecha" padecen la "peor la humillación" de todas, que es, ha lamentado, padecer una "invisibilidad" cuyo origen se debe a que esta forma de terrorismo ha tenido "vínculos" siempre con los aparatos del Estado.

"Todo el mundo sabe quién fue Miguel Ángel Blanco y eso está bien", ha contrapuesto como ejemplo el líder de Podemos, para aclarar que a Yolanda "le hicieron lo mismo y casi nadie sabe en España quién fue".

A renglón seguido, Iglesias ha expresado que dicha cuestión "revela algunas cosas" sobre las que la sociedad debe reflexionar.

Tras el juicio por el asesinato de Yolanda, fue condenado, entre otros integrantes del grupo 41 de Fuerza Nueva, Emilio Hellín (a 43 años de prisión), que se fugó durante un permiso carcelario y se estableció en Paraguay, donde fue detenido por la Interpol y extraditado de nuevo en España en los años 90.

En 1995 obtuvo el tercer grado penitenciario y desde entonces Hellín ha intervenido como perito en casos judiciales de relevancia mediática, como el juicio en Córdoba a José Bretón en 2013 por el asesinato de sus dos hijos, y ha formado en técnicas forenses a las fuerzas de seguridad del Estado.

Sobre ello, Iglesias ha considerado que Hellín no pudo haber llevado a cabo el asesinato sin haber estado en contacto con "las cloacas del Estado" y se ha preguntado: "¿Alguien se imagina que quien apretó el gatillo contra la cabeza de Miguel Ángel Blanco estuviera trabajando para formar a policías?".

Ha lamentado que miembros de las fuerzas y cuerpos del Estado no supieran que fueron formados "por un terrorista" condenado por asesinato y que, tras haber tenido todas las facilidades "para huir de España", pudo poner en marcha empresas cuyos servicios fueron contratados por el Ministerio del Interior.

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Eso, ha zanjado el líder de la formación morada, tiene que ver con la "desmemoria".