Las autoridades sanitarias de Hungría han informado este miércoles de 311 fallecidos más por coronavirus, un balance diario sin precedentes desde el inicio de la pandemia y que coincide con el inicio de la reapertura de ciertas actividades y servicios.

Hungría acumula 693.676 casos de COVID-19, 1.933 más que el martes, mientras que el dato de fallecidos asciende a 22.409. Las autoridades estiman que hay más de 250.000 casos activos y cifran en unos 12.200 los enfermos ingresados en hospitales, unos 1.400 necesitados de respiración asistida.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, confirmó el martes el levantamiento de algunas restricciones después de que el país hubiese superado el umbral de los 2,5 millones de vacunados al menos con una dosis, ya que representa una cuarta parte de la población. Hungría dispone también de las vacunas rusa y china, además de las avaladas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Así, desde este miércoles se autoriza la actividad de salones de belleza y peluquerías, mientras que las tiendas de bienes no esenciales podrán abrir aunque limitando el número de clientes para evitar aglomeraciones. El inicio del toque de queda se retrasa de las 20.00 a las 22.00 horas, según la agencia DPA.

Los restaurantes, sin embargo, seguirán cerrados, mientras que los hoteles solo pueden recibir a personas que viajen por motivos de trabajo.