Laura Camacho.

Recelo, preocupación y muchas incógnitas son algunos de los ingredientes de la "resaca" del histórico triunfo del nuevo sindicato policial Jupol, que, partiendo de cero y con la equiparación salarial como bandera, ha logrado 8 de los 14 puestos del Consejo de la Policía, el órgano de negociación de los agentes con Interior.

El resultado de las urnas en las que depositaron su voto un 72,7 por ciento de los más de 66.700 policías llamados a elegir a sus representantes frente a la administración ha sacudido el escenario del sindicalismo en la Policía Nacional y, con ello, a la institución, porque la mayoría de los agentes, sean de la escala que sean, están afiliados a una organización.

Especialmente arrollador ha sido el éxito de Justicia Policial (Jupol) en la Escala Básica, el grueso de la plantilla con más de 55.000 funcionarios. En ella ha conseguido seis de los diez representantes gracias a los más de 26.000 votos de los casi 41.000 emitidos. Los otros dos vocales los ha ganado en la escala de Subinspección y en la de Ejecutiva.

"Hemos superado nuestras expectativas y hemos llegado a una mayoría que hace historia en el Consejo de la Policía", destaca satisfecho a EFE el secretario de Comunicación de Jupol, Pablo Pérez, que recuerda que el SUP ha caído de siete a dos representantes, lo que supone la pérdida de la hegemonía del sindicato mayoritario desde hace décadas.

Por eso, fuentes policiales consultadas por Efe no restan importancia a la "hecatombe" del SUP, con menos de 7.500 votos cuando cuenta con más de 14.000 afiliados solo de la Básica, su semillero tradicional de apoyos y que, en cambio, le han dado la espalda para votar a la nueva marca.

"No hemos sabido trasladar a los compañeros con rigor el trabajo de estos últimos años, sobre todo la firma del acuerdo salarial", reconoce el portavoz del SUP, Ramón Cosío, que sostiene que la meta es seguir trabajando por todo el colectivo.

Algo que también apunta ya Jupol. "Venimos para remar todos juntos y estamos aquí para sumar", sentencia Pérez antes de dejar claro que sus objetivos no se van a alejar de su principal reivindicación: la equiparación real con los mossos, que no se cumple con el acuerdo firmado en marzo de 2018.

Y es por esta lucha por la que, nada más se constituya el Consejo de la Policía (a los 14 representantes de los sindicatos se suman otros 14 de la administración), exigirán la entrega de la auditoría sobre el acuerdo de equiparación y están dispuestos a declarar un conflicto colectivo permanente.

Consideran que a los 180 euros de media mensual que los policías recibirán en sus nóminas a partir del próximo año -es el último tramo de subida del acuerdo- le faltan aún otros 350 o 400 euros para tener igualdad real. "Lo que no se intenta es lo que no se puede", responde Pérez sobre la dificultad de que el Estado conceda esta pretensión.

Desde la Unión Federal de Policía (UFP) -ha logrado un representante, al igual que otro de los sindicatos tradicionales, la CEP-, su portavoz, José María Benito, se muestra muy pesimista. "Con la entrada de Jupol damos por perdido el tercer tramo de la equiparación".

"Ha triunfado el populismo y la demagogia, y el resultado es un fracaso para todo el colectivo policial", añade a EFE Benito, en tanto que desde el Sindicato Profesional de Policía (SPP), que aglutina a los mandos y que ha consolidado sus dos representantes en la escala Ejecutiva y Superior (comisarios y comisarios principales), piden calma.

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Su portavoz, Adolfo Medina, insta a Jupol a ser responsables y ser conscientes de que no tienen experiencia. "La administración es un rodillo; todos las mejoras sociales y laborales conseguidas hasta ahora entre todos han sido fruto de años de negociación".

Y añade: "Están empezando y hay que felicitarles porque es importante lo que han conseguido pero se tienen que asentar y ver la realidad".

Jupol nació en abril del año pasado, apenas un mes después de que el resto de sindicatos firmaran con el equipo del Ministerio del Interior dirigido por Juan Ignacio Zoido (PP) un acuerdo de subida salarial hasta 2020 que conseguiría que la nómina de un policía nacional se equiparase a la de un mosso.

Su germen se remonta, sin embargo, a 2017 con la creación de la asociación Jusapol, integrada por policías y guardias civiles, en un clima de desafección de las fuerzas de seguridad con sus sindicatos y asociaciones tras los recortes salariales por la crisis y en medio del despliegue de miles de funcionarios en Cataluña para evitar el referéndum ilegal del 1-O.

De hecho, miles de agentes de ambos cuerpos se echaron a la calle entonces para protestar por la desigualdad salarial entre un policía y un guardia civil respecto a un mosso, unas protestas a las que acudieron, entre otros políticos, el líder de Ciudadadanos, Albert Rivera; el secretario general del PP, Teodoro García Egea; y el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith.