Begoña Urroz, hermana de la niña del mismo nombre asesinada en 1960 con tal solo 20 meses a causa de una atentado con bomba del DRIL en San Sebastián, ha agradecido al Ayuntamiento su iniciativa de reconocer a las personas que perdieron la vida en esta ciudad víctimas del terrorismo y se ha mostrado convencida de que "el perdón es posible".

Familiares y allegados de la familia de Begoña Urroz han participado este sábado en San Sebastián en el acto de homenaje organizado por el consistorio donostiarra en el que se ha descubierto una placa en memoria de la pequeña en el lugar en el que hace sesenta años tuvo lugar el atentado que le costó la vida.

La estación de EuskoTren de Amara tiene desde hoy en el suelo de su acceso principal una placa con el nombre de esta niña, que murió a causa de las heridas sufridas en el atentado ocurrido el 27 de junio de 1960, que fue atribuido a ETA, aunque una reciente investigación concluyó que fue obra del grupo antifranquista y antisalazarista DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación).

El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, acompañado por representantes de los grupos municipales de PNV, PSE y PP, ha participado en este sencillo acto al que no ha acudido EH Bildu.

La coalición abertzale ha explicado, en un comunicado, que no ha asistido a la inauguración de la placa por su desacuerdo con todo el proceso de reconocimeinto a las víctimas impulsado por el Ayuntamiento de San Sebastián que culmina con estos "actos públicos".

No obstante, la portavoz de EH Bildu, Reyes Karrere, sí ha estado presente en la recepción a la familia celebrada previamente en el Ayuntamiento para transmitirle su "más absoluta cercanía por la tragedia que vivieron".

Al término del homenaje, que ha concluido con una ofrenda floral y aplausos, la hermana de Begoña Urroz ha dicho que "por supuesto que el perdón y el duelo son posibles".

Ha relatado que hoy se ha "emocionado" con este gesto "tan bonito" por parte del Ayuntamiento y ha deseado que su padre pueda "verlo desde donde esté" ya que murió en 2011 sin saber la autoría del atentado y "sin ningún tipo de reconocimiento" a su hija fallecida.

Begoña Urroz Ibarrola se convierte así en la séptima víctima del recordada con una placa en San Sebastián en el marco de este proyecto municipal.

Las otras seis víctimas recordadas hasta el momento con sendas placas son el edil del PP Gregorio Ordóñez, asesinado a tiros por ETA en 1995 en la Parte Vieja; así como el presidente de la Diputación de Gipuzkoa, Juan María Araluce, acribillado a tiros por la banda terrorista en 1976 en la Avenida de La Libertad, junto a su chófer, José María Elícegui, y sus tres escoltas, los policías Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores y Alfredo García González.

Todas ellas han sufrido diversos sabotajes, pero los servicios municipales las han limpiado o restaurado y devuelto a su estado original. EFE

cgc/ram