La Fiscalía de Israel se ha opuesto este martes a la petición del primer ministro, Benjamin Netanyahu, para no comparecer en la vista de apertura del juicio por corrupción contra él, prevista para este domingo, y ha recalcado que es necesario que esté presente para dar un mensaje de "justicia y confianza pública".

Netanyahu ha sostenido en su petición que tanto su presencia como la de sus guardaespaldas violaría las medidas impuestas por la pandemia de coronavirus y ha agregado que "costaría una fortuna al público", argumentos rechazados por la Fiscalía.

Así, la Fiscalía ha dicho que la vista no es "un asunto técnico", mientras que los abogados de 'Bibi' han dicho que este argumento está "claramente infundado" y han agregado que es parte de una estrategia para "presentar una imagen de Netanyahu en el banquillo".

En respuesta, la Fiscalía ha tildado de "inaceptable" el comunicado de los abogados, según ha informado el diario israelí 'Haaretz'. "Lamentamos que los fiscales hayan participado en un ataque imprudente contra sus colegas fiscales, así como el intento fraudulento de atribuir motivos irrelevantes a representantes de la Fiscalía", ha zanjado.

Habitualmente, los acusados han de comparecer en el inicio de los procedimientos para la lectura total de los cargos presentados, mientras que en el caso de Netanyahu está previsto que la siguiente sesión se celebre pasados varios meses.

La vista iba a haberse celebrado inicialmente el 17 de marzo, si bien fue aplazada a causa de la suspensión de los procedimientos por las restricciones impuestas en el país debido a la pandemia de coronavirus.

Netanyahu y el resto de su Gobierno tomaron posesión el domingo, una semana después de que el Tribunal Supremo fallara que su imputación no le incapacita para ello, si bien el proceso judicial podría provocar la caída del Ejecutivo si 'Bibi' es condenado por corrupción.

Según el acuerdo de unidad entre Netanyahu y el líder del opositor Azul y Blanco, Benjamin Gantz, si un tribunal descalifica finalmente a 'Bibi' como primer ministro en los seis primeros meses del mandato del Ejecutivo, se volverán a convocar elecciones anticipadas.

El más grave de los casos que pesan contra Netanyahu es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable del portal Walla.

En el caso 1000, el primer ministro será imputado por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700.000 shekels (cerca de 183.000 euros) a cambio de favores.

Por otra parte, en el caso 2000 ha sido imputado por fraude y violación de confianza por acordar con 'Yedioth Ahronoth' debilitar al diario de la competencia 'Israel Hayom' --favorable a Netanyahu-- a cambio de una cobertura más favorable al primer ministro en el primer medio.