El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido este martes el cierre de la unidad de partos del hospital de Verín (Ourense) por las recomendaciones médicas y ha asegurado que "cuando un político no quiere escuchar las propuestas de los médicos, entonces ese político está jugando con la sanidad".

Tras participar en la inauguración del XII pleno del Consello das Comunidades Galegas, Núñez Feijóo ha señalado que los jefes del área de Ourense de Pediatría y de Ginecología y Obstetricia son quienes han recomendado "por razones de seguridad", debido al descenso constante y continuado de natalidad en la comarca de Verín, adoptar esta medida.

"Si los médicos mandan, obedecemos. Y lo hacen de forma contundente, tanto pediatras, como ginecólogos y obstetras. Recomiendan que los partos se hagan en hospitales con UCI de neonatos y en hospitales con prácticas de centenares de partos al año", ha insistido.

Núñez Feijóo ha garantizado que tanto las consultas previas como las posteriores al parto continuarán realizándose en Verín y que será el parto el que se realice en Ourense, a unos 70 kilómetros de distancia.

Según el presidente gallego, esta medida no implica que se supriman servicios en el rural, sino que garantiza que se prestan "con seguridad", ya que "cuando los partos descienden constante y continuamente, lógicamente (los médicos) entienden que eso (dar a luz en Verín) ya no es seguro".

Sobre las críticas recibidas, tanto de personal del centro hospitalario afectado como de particulares -con una gran movilización el pasado fin de semana y un encierro iniciado este lunes- como de la oposición, ha insistido en los criterios médicos para tomar la decisión.

"Jugar con la salud y la sanidad de las embarazadas y de sus bebés es algo que un político no tiene legitimidad para hacer", ha concluido el titular del Xunta, que ha recordado que en el pleno del Parlamento se tratará esta cuestión.

En cualquier caso, ha apuntado que Chaves (Portugal), ciudad fronteriza con Verín, adoptó la decisión de trasladar los partos "a otro sitio" (Vila-Real) en 2006, una decisión similar a la que toma ahora el Gobierno gallego, ha defendido. EFE