La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) considera que el estado de alarma que el Gobierno de Pedro Sánchez decretó el pasado viernes en la Comunidad de Madrid es una decisión "errónea" y ve posible que sea también "inconstitucional".

"Y si bien para este Gobierno la inconstitucionalidad no parece que sea un motivo de gran preocupación, habrá que recordar que el Estado de derecho existe, aunque algunos lo vean como un engorro prescindible", asegura la fundación que preside José María Aznar en una nueva publicación, que ha recogido Europa Press.

Según FAES, los juristas podrán encontrar "motivos de duda bien fundada sobre la necesidad y proporcionalidad" de un estado de alarma que, a su entender, exige para ser adoptado que se trate de una situación que "no pueda ser afrontada con los poderes ordinarios del Estado".

Así, subraya que cuando se han dictado restricciones, limitaciones de aforo, obligaciones de higiene y prevención que han respondido a los rebrotes de la pandemia y son jurídicamente pacíficas, la decisión del estado de alarma "no solo es errónea y desviada en sus propósitos, si no es posible que sea también inconstitucional".

"ESTIGMATIZAR" A LA CAPITAL

FAES ve detrás de esa decisión "la pataleta autoritaria de un narcisista, irritado" por un fallo judicial del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que dejó en evidencia "la insólita chapuza jurídica" del Gobierno de coalición. A ello, añade la "obsesiva animosidad" de Pedro Sánchez contra el Gobierno madrileño.

"El estado de alarma es a lo que ha recurrido el Gobierno para tapar con escándalo su mayúsculo error, uno más en la gestión de la pandemia. No se ha decretado porque las autoridades madrileñas no estuvieran haciendo nada contra la pandemia, sino porque el Gobierno de Sánchez cometió un grosero error jurídico y político, esos errores a los que suele conducir la arrogancia", añade.

Tras asegurar que las medidas del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso "venían dando resultado", FAES recrimina a Pedro Sánchez que haya entrado "como un elefante en una cacharrería, estigmatizando a la capital" y rodeándola de "una sombra apocalíptica" que "daña a toda la nación y es injusta para la comunidad y sus ciudadanos". Además, recalca que todo esto se produce en un momento en que España "no anda sobrada de imagen en el exterior".