Los presidentes de Serbia y de Kosovo, Aleksandar Vucic y Hashim Thaci, respectivamente se reunirán el 2 de septiembre en la Casa Blanca, en lo que supone la reactivación de la fallida cumbre de junio, que comenzó con un objetivo final: el pleno reconocimiento mutuo entre Belgrado y la que fuera su antigua provincia, ahora autoproclamada república.

"Estamos muy contentos de anunciar que los líderes de Kosovo y Serbia se reunirán en la Casa Blanca para emprender una negociación el próximo 2 de septiembre", ha hecho saber en Twitter el actual director en funciones de Inteligencia Nacional de Estados Unidos y enviado especial para las negociaciones de paz en los Balcanes, Richard Grenell.

Las conversaciones son un punto de fricción entre Estados Unidos y la Unión Europea porque, en cierto modo, usurpan el diálogo particular para la región que la UE tiene la intención de reiniciar en un futuro próximo bajo su enviado especial y exministro de Asuntos Exteriores de Eslovaquia, Miroslav Lajcák.

El presidente serbio, en su momento, criticó la supuesta falta de interés de la UE en llevar a buen término las conversaciones. "Puedes hablar con algunas personas en Europa tanto como quieras, pero --lo creas o no-- nunca te escuchan. Tienen su agenda y, para ellos, un excelente presidente serbio sería el que acepte todas sus demandas bajo presión y chantaje", declaró en una entrevista al portal 'The Pavlovic Today' a finales de junio, sobre la falta de avances en las conversaciones con Bruselas, que comenzaron en 2011.

El presidente de Kosovo, ha sido el primero en saludar esta nueva fecha de las conversaciones. "Quiero dar la bienvenida al anuncio de la reunión en la Casa Blanca para las negociaciones entre Kosovo y Serbia. Agradecemos a Estados Unidos su tremenda dedicación a la paz y estabilidad de la región", ha señalado Thaci en Twitter.

Las conversaciones estaban previstas inicialmente para el último fin de semana de junio pero acabaron colapsando después de que la Fiscalía del Tribunal Especial para Kosovo, con sede en La Haya, acusara el 24 de junio al presidente kosovar de diez cargos de crímenes de guerra y contra la Humanidad por su supuesta responsabilidad en cerca de un centenar de muertes durante la última guerra (1998-1999).