El presidente de UPN, Javier Esparza, considera absolutamente intolerables e impropias de una sociedad civilizada y democrática las agresiones de hoy en la calle Curia a la corporación municipal de Pamplona al paso de la procesión de San Fermín.

Esparza pide además al PSN y a la presidenta de Navarra, María Chivite, que reflexionen acerca de con quiénes están pactando y en quiénes se apoyan para gobernar, que son los que rompen la convivencia de manera sistemática en nuestra comunidad y no respetan nada ni a nadie", por lo que considera que "el comportamiento de sus socios hoy debería avergonzarles.

El presidente de UPN muestra en un comunicado su profunda preocupación con la agresividad que se ha vivido en las calles de Pamplona, que "la mayoría de los pamploneses lo rechazan y no se sienten representados ni identificados con ese modelo de ciudad violenta y sin ley que pretende implantar la izquierda abertzale.

Hoy toda Pamplona, toda Navarra y toda España ha podido ver lo que son y cómo se comportan, dice, y envía un "afectuoso abrazo" al alcalde Enrique Maya y al resto de concejales de Navarra Suma que han tenido que sufrir zarandeos, escupitajos, lanzamiento de líquidos y objetos, e incluso en el caso de la concejala María Echávarri ha sido tirada al suelo.

Esparza, que da las gracias a los miles de ciudadanos que nos apoyan y que hoy también nos los han hecho saber y han estado apoyándonos, asegura que "no nos van a callar, no nos van a amedrentar ni nos van a sacar de las calles, que es lo que pretenden".

En este sentido sostiene que "sus actitudes violentas son reflejo de la rabia que tienen porque han perdido el poder y porque saben que no lo van a recuperar, y desea para terminar "una pronta recuperación a los agentes municipales agredidos" a los que da "las gracias de corazón por su trabajo para protegernos a todos".