El Gobierno ha condenado este viernes los ataques producidos contra dos cargueros en el golfo de Omán y ha hecho un llamamiento "urgente" a que las partes implicadas eviten una "escalada" de los acontecimientos, debido al contexto de "tensiones" que asegura que ya sufre la zona pérsica.

Así se ha manifestado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado, tras conocerse que los dos buques, uno de ellos un barco cisterna al servicio de un armador japonés, fueron atacados y que Estados Unidos acusa directamente a Irán de conducir el ataque.

"Es necesario evitar una escalada, y por ello el Gobierno hace un llamamiento urgente a la contención y al respeto a la libertad de navegación", afirma la nota de Exteriores.

Desde Washington se apoyan para culpar a Irán de la agresión en un vídeo en el que supuestamente se ve a una patrulla de la Guardia Revolucionaria iraní acercándose al barco de una de las navieras, horas después del ataque.

Mientras, en Teherán acusan al Ejecutivo de Donald Trump de acrecentar la inestabilidad que ya predomina en el golfo Pérsico, una zona estratégica por la que circula una quinta parte del petróleo mundial y que ya ha sido testigo de otros incidentes similares.

En mayo, cuatro petroleros, dos de ellos de origen saudí, fueron también blanco de un sabotaje del que tanto Arabia Saudí como Estados Unidos acusaron a Teherán. En ambos casos, Irán negó los hechos.