El Gobierno español ha condenado este jueves la muerte de 28 soldados de las Fuerzas Armadas nigerinas, en una emboscada que ha reivindicado el grupo terrorista Estado Islámico (EI), y ha señalado que sigue con "gran preocupación la degradación de la situación de seguridad en la región del Sahel".

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha incidido en la "degradación" de la seguridad que se ha producido en las últimas semanas y ha transmitido su más sentido pésame a los familiares de los fallecidos, al tiempo que ha deseado una pronta recuperación de los heridos en la emboscada, ocurrida esta semana cerca del pueblo de Tongo Tongo, en la región de Tillabéri.

Así mismo, España ha reafirmado su apoyo a los gobiernos y las poblaciones del Sahel, "muy especialmente en estos momentos a los de la República del Níger, que siguen estando confrontados a problemas de índole diversa, entre los que destaca la lacra terrorista".

España, además, ha reiterado su compromiso de trabajar conjuntamente con la comunidad internacional, con las organizaciones regionales y con las autoridades de cada uno de los países del G5 Sahel con vistas a lograr el restablecimiento de la seguridad y el desarrollo en la región, concluye la nota.

En un comunicado difundido en una de sus cuentas habituales en la red Telegram, el EI ha sostenido que el ataque fue perpetrado por "soldados del califato" con armas ligeras y medianas.

La emboscada -según los yihadistas- tuvo lugar tras un ataque que también ellos perpetraron el lunes contra puestos de control de seguridad en las inmediaciones de la cárcel de máxima seguridad de Koutoukalé, a unos 45 kilómetros de Niamey.