Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha interceptado este lunes dos misiles balísticos disparados por las milicias huthis, que tenían como objetivo el país del Golfo y no han dejado víctimas, según ha informado el Ministerio de Defensa de EAU.

El ataque es el segundo en suelo de los Emiratos Árabes Unidos desde el ataque de la semana pasada, sin precedentes desde el inicio de la guerra en Yemen, efectuado por un avión no tripulado contra unos tanques de almacenamiento de combustible y una zona en construcción en el Aeropuerto Internacional de Abú Dhabi que mató a tres personas y causó heridas a otras seis.

La agencia de noticias WAM ha publicado en su perfil de Twitter que los fragmentos de los misiles cayeron sin causar daños sobre la capital, Abú Dhabi y asegura que EAU "están preparados y listos para hacer frente a cualquier amenaza y tomarán todas las medidas necesarias para proteger al Estado de todos los ataques", ha indicado el Ministerio de Defensa, según ha recogido WAM.

Los huthis anunciarán en cuestión de horas los detalles de una "amplia operación militar" contra Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, según ha informado la televisión yemení Al Masirah.

Este sábado hubo un bombardeo supuestamente perpetrado por la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí contra una prisión situada en la provincia yemení de Saada, murieron 82 personas y 266 resultaron heridas, según informó el Ministerio de Salud del Gobierno de los huthis. Los huthis habían amenazado con vengarse de los Emiratos y Arabia Saudí por esos ataques.

La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional liderada por Arabia Saudí y de la que EAU es parte, y a los huthis, respaldados por Irán.

Los rebeldes controlan la capital otras zonas del norte y el oeste del país. Los principales combates se centran en estos momentos en la provincia de Marib, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial.