El nuevo director general de la Guardia Civil, Félix Azón, ha destacado la necesidad de trabajar de forma conjunta para el desarrollo de capacidades, estrategias y políticas que regulen y defiendan el ciberespacio, para entrar en un entorno de ciberseguridad que tienda a la "cifra cero" de ciberdelincuencia.

Félix Azón se ha expresado así al inaugurar el curso "Defensa de los Estados democráticos en el ciberespacio", que se celebrará hasta el miércoles en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.

Azón ha considerado que en la persecución de ese reto de alcanzar la "cifra cero" de ciberdelincuencia se enmarca el anuncio realizado la pasada semana por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de la redacción de un Plan Director de Ciberseguruidad para hacer frente a una amenaza que, según enfatiza el director de la Guardia Civil, fue responsable de más del 60 por ciento de la delincuencia a nivel mundial de 2017.

También ha recordado que el Parlamento europeo aprobó el 6 de julio de 2016 la Directiva NIS, destinada a garantizar la seguridad de las redes y sistemas de información en los países miembros y establecer los requisitos mínimos comunes para proteger a consumidores y empresas.

Una directiva que imponía a todos los Estados miembros su incorporación legislativa antes del 9 mayo de 2018, señalando como puntos de gran relevancia, subraya Azón, la creación de una autoridad independiente como único punto de contacto ante incidentes de alto impacto, aunando en dicha autoridad tareas que hasta el momento, como en el caso de España, venían siendo encomendadas a distintos Ministerios y Departamentos, así como la formalización de un auténtico plan de lucha y respuesta contra los ciberataques.

Por ello, ha destacado que España ya cuenta con un anteproyecto de la norma que transponga la Directiva NIS, que está "pendiente de revisión para ser convertido en ley".

Felix Azón ha afirmado que la gestión del ciberespacio cada vez exige una mayor preparación para poder gestionarlo adecuadamente, porque al ser un medio para el constante intercambio de información y de acceso al conocimiento, también hace que la sociedad sea "más vulnerable frente a la manipulación".