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Diez años de la desaparición de Sonia Iglesias: "Julio era una pared imposible de franquear'

Cuando se cumple una década de la desaparición de Sonia Iglesias, la muerte esta semana de su ex marido, Julio Araújo, principal sospechoso, lleva el caso a un punto muerto.

Díez años de la desaparición de Sonia Iglesias: Julio era una pared imposible de franquear
Lorena Fernández
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Tiempo de lectura: 3'Actualizado 08:11

18 de agosto de 2010. Es la última fecha en la que se vio con vida a Sonia Iglesias Eirín. Una joven pontevedresa con un niño que por aquel entonces tenía 9 años fruto de su matrimonio con Julio Araújo Domínguez. Él precisamente fue esa persona a la que todo apunta que fue la última que vio.

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El matrimonio llevaba bastante tiempo mal. Ella quería separarse de él e incluso según ha relatado durante estos años la familia de Sonia, le dio un ultimátum para que abandonase la vivienda que compartían. El gusto por las noches de alcohol habían hecho mella en la pareja. Sin embargo, él lo negaba. En los distintos interrogatorios a los que fue sometido por la policía tras la desaparición de Sonia aseguró que incluso la noche previa a su desaparición habían mantenido relaciones sexuales. Llegó a entregar como prueba un preservativo usado. Pero el análisis de ADN comprobó que no había ni rastro biológico de Sonia. El preservativo no fue la única excusa que Julio dio para asegurar que su relación con ella era buena. También aseguró que en la mañana de su desaparición recogió con su coche a Sonia de una céntrica zapatería, pero que se encontraron con un atasco y ella decidió bajarse del coche y continuar a pie. La policía que lo interrogó en su momento nos asegura ahora a COPE que 'él insistió que había mucha circulación pero las cámaras de seguridad demostraron que no la había ni en ese punto ni en todo Pontevedra'. Otra evidencia fue el hallazgo la cartera con la documentación de Sonia en la bajada del monte O Vao, en una zona de chabolas, a las afueras de Pontevedra.

Julio Araújo se convirtió desde el primer momento en el único y principal sospechoso

EL RECORRIDO JUDICIAL

Julio Araújo se convirtió desde el primer momento en el único y principal sospechoso. A él le señaló la familia de Sonia. Llegó a estar imputado pero aunque había un montón de evidencias contra él la policía nunca pudo lograr una prueba sólida. Un agente que participó en el caso lo recuerda así a COPE. 'Era un tío muy callado, taciturno completamente, con mirada huraña. Cuando le llevamos a comisaría para hablar con él, le picabas un poco o le hacías una pregunta compremetedora se callaba. Y no le sacabas de ahí. Le metías otra pregunta y te decía: demuéstramelo. Eso es lo que digo y punto. No contestaba. A veces te encuentras con la pared de un tío y es imposible franquearla'. En 2012, dos años después de la desaparición de Sonia, fue imputado por detención ilegal. Pero tres años más tarde, en 2015, el juzgado de violencia sobre la mujer archivó provisionalmente el caso. La Fiscalía intentó más pruebas pero al final la Audiencia de Pontevedra dio carpetazo al asunto y levantó la imputación que pesaba sobre Julio.

Pero no fue el final del mismo porque en 2017 un juzgado de instrucción de la ciudad gallega lo reabrió. Se registró a fondo la casa que la familia Araújo tenía cerca del cementerio de Santo Mauro. De esa época la policía recuerda a COPE que les llegó un chivatazo de que el cuerpo de Sonia estaba en el camposanto, que Julio había quitado una lápida de un nicho y la había metido ahí. Pero no se encontró nada y el caso volvió a ser archivado. Y así permanece desde entonces. Julio Araújo llevaba cuatro años enfermo de cáncer de pulmón. Falleció este miércoles a los 62 años en la localidad de Lérez, acompañado de su familia. Los secretos se los lleva a la tumba.

Diez años después de la desaparición de Sonia el caso está como al principio. El principal sospechoso muerto, la policía admitiendo 'que se le ha quedado una espina clavada, es un misterio que nunca se esclarecerá' y la familia de Sonia, a preguntas de COPE, sin querer hablar. 'Por respeto a ella no queremos hacer ningún tipo de declaración. Por Sonia y por su hijo'. El chico, Alejandro, tiene ahora 20 años. Los últimos diez los ha vivido con su padre. El entorno nos cuenta que 'el hijo desde el principio se quedó con Julio, vivió con él. Y lo sabía todo'.

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