La Guardia Civil ha desmantelado una organización dedicada al robo de viviendas por toda España en una operación que se ha saldado con la detención en Alicante, Cantabria y Barcelona de siete varones albaneses, uno de ellos menor, de entre 17 y 34 años, a los que se les atribuye al menos cuarenta asaltos.
Los arrestados utilizaban zulos en caminos y carreteras secundarias en las que escondían su botín y las herramientas que usaban en los robos por si eran registrados en algún control, informa la Guardia Civil.
Además cambiaban de domicilio constantemente para despistar a los agentes y se desplazaban en largas distancias con vehículos de alta potencia para cometer los robos.
Los detenidos conformaban un grupo itinerante que actuaba por toda España y que se había especializado en robos de viviendas, aunque también se les atribuye delitos de falsificación de placas de matrícula, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal.
No tenían un lugar fijo de residencia, estaban acostumbrados a cambiar continuamente de provincia e incluso de país y tenían dispuestos numerosos pisos francos por toda España, varios por la zona de Levante, bien preparados y cómodos, con todo lo necesario para pasar las temporadas de inactividad entre cada asalto.
Elegían las tardes para actuar aprovechando las primeras horas de oscuridad para pasar desapercibidos para vecinos y viandantes y para observar qué viviendas tenían luz y en cuáles sus moradores estaban dentro.
Tras detectar las viviendas que presuponían vacías accedían a ellas de la manera más rápida, escalando o forzando y rompiendo obstáculos habituales como puertas y ventanas.
Al entrar en las viviendas no perdían el tiempo y en apenas cinco minutos las recorrían y se hacían con el botín, dinero en efectivo, joyas, aparatos electrónicos y otros efectos, siempre objetos de escaso tamaño y peso y que estaban accesibles.
Mientras trabajaban iban perfectamente comunicados y coordinados con emisoras y diversos dispositivos de alerta que utilizaban para no ser detectados.
Cuando escapaban con el botín utilizaban técnicas evasivas para despistar los posibles seguimientos a los que pudieran ser sometidos y tenían puntos localizados en los que habían dispuesto zulos para esconder el botín, las herramientas y las placas de matrículas que ponían al vehículo.
Pero a pesar de las medidas de seguridad que utilizaban los agentes les seguían de cerca e incluso vieron cómo escondían el botín de uno de sus robos en el hueco de una acequia junto a una carretera y esperaron a tener localizados a todos los miembros de la banda para detenerles.
Las detenciones se produjeron en Alicante, Cantabria y Barcelona ya que los integrantes de la organización se dispersaban tras los golpes en otro intento de impedir ser descubiertos.
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Dos fueron detenidos en Laredo (Cantabria), otros tantos en Barcelona y los tres restantes en Orihuela Costa, Los Montesibos y Torrevieja (Alicante).
La Guardia Civil calcula en aproximadamente 350.000 euros el valor de todo lo sustraído, incluyendo vehículos, joyas y dinero en efectivo.
En el registro de cuatro pisos de la organización se han incautado entre otros efectos seis automóviles, joyas por valor de diez mil euros y diverso material utilizado para cometer los robos.
Tras ser puestos a disposición judicial dos de los detenidos han ingresado en prisión y el de 17 años en un centro de menores, mientras que los demás han quedado en libertad con cargos.