Los detenidos por su presunta participación en la brutal paliza a un joven en Amorebieta (Bizkaia) se elevan ya a ocho, cinco de ellos menores de edad, y pertenecen a una "pandilla violenta" localizada en territorio vizcaíno que tiene antecedentes en agresiones previas.

El consejero de Seguridad y vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, ha dado detalles este jueves sobre la operación policial que desarrolla la Ertzaintza y que sigue abierta, por lo que podrían practicarse más arrestos relacionados con la paliza sufrida en la madrugada del domingo por un chaval que resultó herido de gravedad.

Tras participar en la presentación del operativo policial que se pondrá en marcha en Vitoria para evitar aglomeraciones en fechas que coinciden con las fiestas patronales, el consejero ha explicado que a falta de que termine la investigación los detenidos podrían enfrentarse a una serie de delitos, entre ellos el de "intento frustrado de homicidio".

No obstante ha precisado que se debe esperar a recoger los testimonios y más evidencias para contar con un "respaldo documental y testifical más sólido" que permita argumentar los delitos que puedan imputárseles a cada uno de ellos porque "no vale solo con un vídeo" para hacer este trabajo, ha dicho en relación a los que se han viralizado en redes sociales.

"Habrá que ver cuál era realmente la voluntad de los agresores, si la voluntad era provocar una lesión o iba más allá, en sintonía con quienes les jaleaban, y pretendían incluso acabar con su vida de manera violenta", ha indicado.

Las detenciones se han producido en distintas localidades de Bizkaia y todos los presuntamente implicados pertenecen a una banda juvenil autodenominada los Koala, que no es nueva y que tiene su precedente en chavales de una generación anterior a los arrestados que "se manifestaban también violentamente y en grupo" y que ahora "emerge a través de una generación más joven".

Uno de los arrestados se entregó y el resto han sido detenidos por la policía, según ha indicado Erkoreka, quien ha detallado que los implicados residen todos en Bizkaia y que alguno de ellos ha estado tutelado por la Diputación de ese territorio en algún momento de su vida.

Erkoreka, que no ha querido precisar las hipótesis que se manejan sobre el origen de esta paliza para no interferir en la investigación, ha subrayado que estas operaciones permiten a la Ertzaintza avanzar en el "desmantelamiento" de grupos que ejercen la violencia "de manera indiscriminada" en distintos lugares de Euskadi.

En cuanto a la posibilidad de que la agresión pueda tener un componente de odio, el consejero ha dicho que prefiere "no especular" sobre esa cuestión, consciente de que "la idea del componente de odio está latente en la opinión pública".

"La investigación arrojará luz sobre este particular y que nadie dude de que si se aprecia un componente de odio estará presente sin duda en las actuaciones policiales", ha indicado.