La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha acusado hoy al PP de haber "llevado las instituciones" a "la más alta degradación" y ha afirmado que la moción de censura con la que el PSOE llegó al Gobierno fue "el primer paso" para la regeneración democrática en España.

En el pleno del Senado, ha respondido de esta manera a la pregunta de la senadora del PP Cristina Ayala sobre los compromisos en regeneración democrática puestos en marcha por el Ejecutivo en ocho meses de legislatura.

Ayala ha considerado que el Gobierno "se ríe en la cara de los ciudadanos" cuando habla de ello ya que, según la senadora 'popular', hasta ocho ministros socialistas "han estado manchados" por "poca regeneración democrática" al usar "sociedades instrumentales" o "no querer pagar impuestos".

Además, ha afirmado que jueces y fiscales han cuestionado que Delgado fuera "apta" para que siguiera siendo ministra tras las grabaciones difundidas de una comida que compartió con el excomisario José Villarejo en 2009 en las que, dice Ayala, Delgado era partidaria de "extorsionar a ministros".

A ello, la ministra ha respondido que el PP solo se dedica a insultar y crispar" y ha contrapuesto la moción de censura como el primer paso para la regeneración democrática, principalmente "contra la corrupción" del PP.

Ha opinado que el PP ha degradado las instituciones con episodios "de verdadera vergüenza" y "sin respetar la independencia" de la Justicia como el ocurrido con el wasap del portavoz de PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que abogaba por, supuestamente, controlar la sala del Tribunal Supremo "desde detrás" en el nuevo pacto con para la renovación del Consejo General del Judicial.

Ha acusado Delgado al PP de "usar las instituciones de forma partidistas" y de haber "bloqueado" el parlamento "sin vergüenza alguna" para no permitir que prosperen leyes "necesarias para la ciudadanía".

Asimismo, ha asegurado que el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica es regeneración democrática y ha devuelto "la dignidad" a mujeres y hombres asesinados por el franquismo y eso, ha remarcado, "no es una cuestión de huesos" sino de "dignidad y decencia democrática".