Dos hombres y dos mujeres, de entre 25 y 35 años y naturales de Eslovenia, Croacia y Montenegro, han sido detenidos como integrantes de una banda, afincada en Francia pero desplazada a Cantabria, a los que se acusa del robo de al menos veinte chalés en la región en unos 15 días.

De los cuatro detenidos, dentro de la Operación Bivolvov, tres han ingresado en prisión y una de las mujeres ha quedado en libertad provisional a cargo de sus seis hijos menores que la acompañaban.

La operación comenzó en marzo cuando la Guardia Civil detectó que personas de origen balcánico estaban vigilando urbanizaciones con chalés.

Esas personas, según explica la Benemérita en nota de prensa, usaban coches de alquiler para las vigilancias y los cambiaban si creían que habían sido descubiertos, también llevaban mascarillas con el emblema de la Guardia Civil o la bandera de España, de forma no "casual" y que pudieron usar también al robar las casas.

Su actitud en la vigilancia era hacerse pasar por una familia con hijos que paseaban por la zona y así averiguaban qué tipos de viviendas había, y se dividía en dos grupos, uno de ellos encargado de la seguridad y contravigilancia para detectar la presencia de los agentes.

Los detenidos se alojaban en las localidades costeras cántabras de Argoños y Noja y tenían alquilado un bajo en Santander, que podían usar como almacén.

El pasado 6 de abril la Guardia Civil dispuso un operativo en varios puntos de la región, con diversos efectivos incluido el helicóptero con base en Asturias, y detuvo a los dos hombres y las dos mujeres después de supuestamente cometer un robo en un chalé de Bezana.

Dos fueron detenidos en Noja, cuando iban a refugiarse en un piso alquilado, y los otros en la autovía del Cantábrico (A-8), a la altura de Oriñón, cuando huían hacia Vizcaya.

Los agentes localizaron en el piso los coches, el piso de Argoños y el bajo de Santander joyas y más de 2.000 euros de robos en chalés de las localidades de Boo de Piélagos, Maoño, Solórzano y Bezana.

También encontraron 15 frascos de perfumes, que tendría un coste de más de 800 euros, consolas de juego, y resguardos de envío de dinero a la banda, ubicada en Francia, a la que supuestamente pertenecen.

Se mantiene abierta la investigación ante otros posibles robos, hasta en más de 20 chalés, en Ampuero, Cabezón de la Sal, Castañeda, Mazcuerras, Medio Cudeyo, Boo de Piélagos, Bezana, Camargo, Treto, Santander o Torrelavega.

Se llevan a cabo, además, gestiones en establecimientos de compra de joyas de Cantabria y el País Vasco para recuperar algunos objetos robados, aunque ya se ha localizado un reloj de oro de unos 3.000 euros. EFE