Los comunes acudirán a la reunión de mañana con el Govern para iniciar las negociaciones de los Presupuestos de la Generalitat "sin líneas rojas", pero también sin renunciar a sus reivindicaciones en materia de políticas sociales y su propuesta de una reforma fiscal progresiva.

El Govern abre mañana las negociaciones de las cuentas de la Generalitat para 2019 con una reunión con Catalunya en Comú-Podem, su socio preferente en estos momentos para aprobar los Presupuestos tras el rechazo de la CUP.

Entre sus condiciones para apoyar los presupuestos de la Generalitat, los comunes exigen al Govern aumentar el gasto en 1.700 millones de euros e incrementar el IRPF a las rentas que superen los 90.000 euros anuales, algo que ERC ve "con buenos ojos", aunque no así el PDeCAT, que lo tildó de "línea roja".

Los comunes acudirán a la cita de mañana con el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, con estas demandas sobre la mesa, aunque prefieren no hablar de "líneas rojas".

"No queremos hablar de líneas rojas sino de prioridades y necesidades. Estamos hablando de cosas muy básicas que son irrenunciables tras años de recortes y de degradación de los servicios públicos", ha dicho la presidenta de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach.

Albiach ha instado al ejecutivo catalán a "hablar con una sola voz" en materia fiscal tras los "mensajes contradictorios" entre diferentes miembros del Govern y de los partidos que lo sustentan, y ha advertido de que es de "justicia" subir los impuestos a las rentas altas.

La presidenta de los comunes en la cámara catalana ha insistido en que Cataluña "necesita unos presupuestos más sociales": "Si no nos escuchan a nosotros, que escuchen a la calle", ha dicho Albiach en alusión a las protestas de los médicos de atención primaria y los bomberos.

Sin embargo, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, reconoció ayer en rueda de prensa que el ejecutivo catalán "de inicio no se plantea una reforma fiscal", dado el "poco margen" existente, si bien se estará a la "expectativa" de las conversaciones con los comunes.

"No hemos puesto una revisión fiscal sobre la mesa, pero eso no quiere decir que no se pueda hablar. Se deberá hablar con concreción y ver tanto del lado de los gastos como de los ingresos qué modificaciones se han de hacer o no dentro de un marco de coherencia de nuestro sistema fiscal y del poco margen de maniobra evidente que también tenemos", precisó Artadi.