El PSOE de Andalucía ha convocado para el próximo lunes, 10 de diciembre, una reunión del Comité Director, máximo órgano entre congresos, para analizar los resultados de las elecciones autonómicas en las que ganó, aunque sufriendo un importante desgaste en los apoyos y los escaños conseguidos.

La reunión del máximo órgano de los socialistas tendrá lugar a las 17.30 horas en el hotel Alcora de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), según la decisión adoptada ayer por la Ejecutiva regional del partido.

Este órgano también acordó respaldar por unanimidad a la secretaria general y presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, para que comience las conversaciones con el resto de formaciones con el objetivo de conseguir los apoyos suficientes que le permitan formar gobierno después de ganar los comicios andaluces.

Pese a ser el partido más votado (un millón de votos y 33 diputados), el PSOE-A ha perdido más de 400.000 apoyos y 14 escaños respecto a 2015, si bien consiguió ser el partido más votado en siete de las ocho provincias andaluzas y en más de 618 municipios,

A la histórica caída de apoyos de los socialistas se ha unido el vuelco electoral de la derecha y el posible pacto entre PP, Ciudadanos y Vox en la comunidad, lo que ha puesto al partido de Díaz en serias dificultades para volver al gobierno después de casi 37 años al frente de la Junta de Andalucía.

La candidata y presidenta en funciones ya ha adelantado que tiene la intención de presentarse a la investidura si consigue los apoyos necesarios, previsiblemente de Ciudadanos, y ha insistido en que no tiene intención de dimitir.

En respuesta a declaraciones de miembros de la dirección federal, ha rechazado que su partido necesite ser regenerado.

"Se regenera aquello que está degenerado y yo lidero un partido decente, honesto y trabajador, que ha tenido la confianza de más de un millón de andaluces", ha esgrimido.

Además de intentar la investidura con el apoyo de los partidos constitucionalistas, la socialista ha situado otro de sus objetivos en "aislar" a Vox, un partido "tóxico, de extrema derecha, racista y machista" con el que "no tiene nada" que hablar y que ha irrumpido con 12 escaños en el Parlamento de Andalucía.