El PP ha cerrado hoy filas con su líder, Pablo Casado, y su idea de criticar en Europa los presupuestos generales del Estado que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez, una estrategia que los dirigentes del partido avalan porque consideran que tiene como fin defender los intereses del país.

Casado ha reunido hoy al Comité Ejecutivo Nacional y después ha comido con los barones regionales, en una jornada muy centrada en preparar las próximas citas electorales, sobre todo Andalucía, y en la que la dirección ha retrasado el calendario que tenía previsto para anunciar candidatos.

Debido a las elecciones andaluzas, el PP aplaza su convención nacional, que será finalmente del 18 al 20 de enero, y Casado ha dicho ahora que será después de los comicios autonómicos del 2 de diciembre y antes de esa cita cuando se vayan dando a conocer los candidatos aún pendientes.

Aunque la reunión tenía como fin hablar de elecciones, el debate político se ha centrado en la decisión de Casado de aprovechar su viaje a Bruselas para criticar los presupuestos pactados entre Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Casado acude mañana a la reunión de líderes del Partido Popular Europeo que se celebra como siempre en la víspera del Consejo Europeo, una cita a la que están convocados, entre otros, el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Precisamente, el PP ha anunciado que Casado mantendrá un encuentro bilateral con Merkel mañana por la tarde.

Esta mañana, en un desayuno informativo, ha defendido su postura crítica en Bruselas y ha pedido a la Comisión Europea que exija a Sánchez lo mismo que a Mariano Rajoy cuando elaboraba sus presupuestos.

Ha advertido de que estas cuentas no solo abren paso a la próxima recesión, sino que además "instrumentalizan la salida del pacto de estabilidad y crecimiento" europeo, y ha recalcado que por culpa de este presupuesto España puede acabar convirtiéndose, como Italia, en un "problema" para la UE.

El anuncio de Casado ha sentado muy mal en el Gobierno, y el propio Sánchez ha criticado su "deslealtad".

Ante los suyos, el líder del PP ha admitido que no quiere que se le acuse de desleal, pero ha defendido no quedarse callado ante el "ataque a la credibilidad de España" que en su opinión suponen estas cuentas, han señalado fuentes presentes en la reunión.

Y en su defensa han salido entre otros, el secretario general, Teodoro García Egea, para quien el PP se debe a España y no a Sánchez, y quien ha recalcado que "decir la verdad nunca es desleal".

En la misma línea se pronunciaban otros dirigentes como el responsable de Organización, Javier Maroto, o el exportavoz en el Congreso Rafael Hernando.

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Maroto ha defendido que Casado hable "bien del país" y "mal" de los presupuestos ante las autoridades europeas, y Hernando ha considerado que lo que hace el líder es "defender al conjunto de los españoles" ante Europa.

Algunos en el partido han admitido no obstante el riesgo de que calen las acusaciones de deslealtad, pero insisten en cualquier caso en defender este discurso duro contra la política económica de Sánchez, que según subrayan ha aceptado "podemizar" las cuentas para mantenerse en La Moncloa.

En la reunión de hoy, en cualquier caso, el mensaje principal de Casado ha sido el de 'todos a una' ante las próximas citas electorales, especialmente en Andalucía.

Casado ha preparado una agenda cargada de actos en Andalucía a lo largo de la precampaña, con visitas dos o incluso tres veces por semana, y el PP va a aprovechar la coyuntura para celebrar allí reuniones interparlamentaria e intermunicipal.

Pero además el líder del PP pretende hacer una campaña paralela a la de Juanma Moreno, según han explicado desde su equipo.

Casado ha subrayado hoy que las encuestas de su partido para las elecciones andaluzas "son buenas" aunque aún "no son óptimas", y ha prometido que si suma con Ciudadanos y logra mayoría, aunque ninguno sea la fuerza más votada, intentará "un gobierno alternativo" al PSOE.

Todos los esfuerzos ahora se van a centrar en Andalucía, y por eso habrá que esperar más de lo previsto a conocer los candidatos de las principales ciudades y de la Comunidad de Madrid. Una espera que la mayoría ha dicho poder aguantar.

Aunque ha habido voces que por el contrario lamentan el retraso y reclaman a Génova celeridad. Porque como recordaba un dirigente regional, el partido no puede permitirse mucho más tiempo sin candidato en ciudades tan importantes como Valencia, Barcelona o Madrid.