La presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, ha situado en la "centralidad política" su gobierno de coalición, formado por PSN, Geroa Bai, Podemos y el apoyo de I-E, una suma que le asegura tan solo 23 de los 50 escaños de la Cámara foral, por lo que ha apelado a la "responsabilidad" de todos los grupos para facilitar la gobernabilidad.

Así lo ha señalado en una entrevista en la Ser, donde ha reivindicado la "legitimidad" de su gobierno, con 23 escaños frente a los 20 "de la derecha" de Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos), y con 7 de EH Bildu, por lo que ha reconocido que necesitará de los votos de alguna de las dos formaciones de la oposición para sacar adelante las iniciativas con mayoría absoluta.

Sin embargo, en la categoría de "interlocutores prioritarios" del Gobierno sólo ha incluido a sus propios socios, aunque ha dicho que "la gobernabilidad de Navarra depende de los 50 parlamentarios", "la responsabilidad es de todos y de todas", ha dicho tras emplazar a la oposición a actuar como hizo el PSN en la anterior legislatura y votar "en función de cada iniciativa" y no "bloquear" por defecto al Gobierno.

Así, en cuanto EH Bildu, una formación que "forma parte de las instituciones y es la fuerza que más ayuntamientos tiene en Navarra", ha negado que haya habido "ningún tipo de contraprestación" por la abstención abertzale que facilitó su investidura, un gesto que ha justificado en que ellos "prefieren gobiernos de izquierdas a los de derechas".

"Con Arnaldo Otegi -dirigente de EH Bildu- nunca he tenido contacto y no está en mis planes reunirme con él", ha dicho rotunda tras circunscribir sus relaciones con la formación abertzale a los parlamentarios navarros y en cuestiones del día a día del Legislativo.

Por otro lado, también ha rechazado la "baja catadura moral" de la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, por "utilizar el mal y el dolor ajeno para hacer política", en referencia a las alusiones de la popular a las víctimas del terrorismo para criticar el nuevo gobierno navarro.

Al respecto, ha sido firme al condenar la violencia que ejerció ETA durante tantos años, ha pedido "empatizar con las víctimas" y por ello ha rechazado por no considerarlo "oportuno" los recibimientos populares y públicos a los etarras que salen de la cárcel. EFE