El cazador, L.A.G., investigado por un delito de homicidio imprudente como autor de un disparo mortal a un niño de 4 años en una montería en Guillena (Sevilla) el 19 de enero, estaba fuera de su puesto asignado, según han declarado dos testigos.

En su comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, dos rehaleros han manifestado que en L.A.G. se salió del puesto que tenía asignado y disparó en dirección contraria a la que debía.

Los encargados de la rehala en la citada montería han dicho que el investigado, de 60 años y nacionalidad argentina, se encontraba entre 25 y 30 metros fuera del puesto número 1 y que ellos le avisaron de que volviese al lugar que tenía asignado, a pesar de lo cual no les hizo caso.

También han asegurado que el menor, natural de Écija, estaba en una pequeña silla en el puesto 3, junto a su padre y su abuelo.

La declaración de los rehaleros coincide con la que el miércoles realizaron los dos cazadores situados en el puesto 2, quienes también vieron cómo L.A.G. disparaba desde fuera del puesto 1 y cómo el niño fallecido no se movió del asiento donde lo había colocado su progenitor.

También han prestado declaración este viernes el organizador de la montería, celebrada el pasado 19 de enero en la finca La Lapa, y el responsable de asignar los puestos, que han coincidido en que las medidas de seguridad fueron las adecuadas.

La abogada de la familia del niño, Rosario Serrano, no ha descartado la posibilidad de ampliar la acusación a otras personas además de L.A.G.

Las declaraciones se reanudarán el próximo viernes 22 de marzo, día en el que está previsto que comparezcan otros seis testigos, mientras que el magistrado instructor, Juan Gutiérrez, continúa a la espera de los informes de armas y de balística.

En este sentido, la representante de la familia del niño ha indicado que hay indicios de que la munición utilizada por el investigado está prohibida en este tipo de monterías.