La situación de Cataluña ha acaparado este martes un debate parlelo al de la Diputación Permanente del Congreso, ya que se ha convertido en el asunto principal de las declaraciones de los diputados y hasta de un rifirrafe con Vox.

La Cámara ha regresado este martes a la actividad gracias a un orden del día compuesto en exclusiva por el debate y la votación de tres reales decretos-leyes aprobados recientemente por el Consejo de Ministros.

Antes de comenzar, en declaraciones a los medios, las portavoces de los principales grupos parlamentarios han dejado claro sobre qué asunto querían hablar en un día como hoy.

En plena controversia sobre si el presidente en funciones, Pedro Sánchez, hace o no hace bien en negar el diálogo a Quim Torra, la portavoz del grupos socialista, Adriana Lastra, apenas ha dejado lugar a la duda sobre su posición: ha emplazado al presidente catalán a dejar de comportarse "como un extremista".

Tampoco ha generado dudas el criterio de la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, para quien el secretario general del PSOE está haciendo "el paripé".

En el PP prácticamente no ha habido otro tema. Antes de la Diputación Permanente, la portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, ha advertido de la existencia de una "operación diálogo" de Sánchez que consistiría en aislar a Torra para acercarse a Esquerra y pactar.

Después de la Diputación, la dirigente del PP ha exigido al Gobierno que tenga "máxima firmeza" y lleve al Tribunal Constitucional la resolución que los independentistas pretenden aprobar próximamente.

Y durante el debate de la Diputación los populares han intentado sacar adelante una declaración institucional en defensa del trabajo de la Policía Nacional en Cataluña, en lo que han fracasado porque ni Unidas Podemos, ni ERC, ni PNV, entre otros, se han adherido; en el Congreso, si no hay unanimidad para propuestas así, decaen.

Irene Montero, de Unidas Podemos, solo ha comparecido ante los medios durante apenas treinta segundos para deplorar la actitud de Vox en la Diputación Permanente, así que la batuta política del grupo la ha llevado este martes Antón Gómez Reino, pero no para hablar de Cataluña, sino para denunciar el "electoralismo" de Sánchez con la exhumación de Franco.

El diputado de la formación valenciana Compromís, Joan Baldoví, ha reclamado políticos que se pongan "cascos azules" y negocien, en tanto que Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ha centrado las críticas en Pedro Sánchez y en el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su "negligencia", ya que "una ciudadanía mayoritaria" pide diálogo.

Marlarka, de hecho, se ha dejado ver por el Congreso para defender la escolta policial de ayer al presidente en su visita a Barcelona y recalcar que la normalidad entre la sociedad catalana "no volverá de la noche a la mañana".

Todas estas declaraciones han circulado por los alrededores de la sala de la Diputación Permanente, lo que no significa que la polémica sobre Cataluña no haya existido dentro.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la secretaria general del grupo de Vox en la Cámara, Macarena Olona, han protagonizado la trifulca de la jornada por la negativa de ésta a aceptar el orden del día de la Diputación.

Después de un disputa por la ubicación de los diputados de Vox en los escaños reservados para los de Ciudadanos, Olona ha intentado incluir en el debate la situación de Cataluña, a lo que Batet se ha negado porque reglamentariamente no procedía.

La parlamentaria de Vox se ha ido enervando, la presidenta le ha llamado tres veces al orden y ha terminado expulsándola.

Después de las votaciones, la Mesa ha decidido por unanimidad rechazar todas las peticiones de comparecencia cursadas, entre ellas una de PNV, ERC, JxCat y Bildu para que Sánchez explique la gestión hecha en Cataluña.

También ha rehazado el escrito de Vox con el que pedía una Diputación que procediera a la aplicación del estado de excepción.