Según la última información oficial, el incendio continúa activo y en nivel 1, está en perpetración y con las causas aún por determinar, aunque los primeros indicios apuntan a un incendio provocado.

El alcalde del municipio abulense de Navalacruz, con una población de unos 250 habitantes, Benigno González, ha calculado este miércoles que el incendio que se declaró ayer y que ha movilizado a unas doscientas personas para su extinción ha arrasado en torno a 120 hectáreas.

González ha señalado a Efe que el fuego estuvo esta madrugada a unos 350 metros del casco urbano, si bien esta mañana, con la llegada de los medios aéreos, considera que la situación está "controlada".

También ha reconocido que una de las mayores dificultades para extinguir las llamas, además de lo escarpado del terreno, fue el viento cambiante durante toda la jornada del martes.

"El viento llegó a cambiar en veinte minutos hasta cuatro veces", ha explicado gráficamente el alcalde, quien ha destacado igualmente el despliegue de medios humanos y materiales que ha llegado a movilizar a 200 personas y once medios aéreos procedentes de Castilla y León, Extremadura y Madrid.

Esta mañana trabajan en la zona cuatro técnicos, doce agentes medioambientales, tres Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), así como cuatro Cuadrillas Especialistas en la Lucha contra Incendios Forestales (ELIF), ocho autobombas, un bulldózer, once cuadrillas de tierra y una nocturna.

En la zona también se encuentran miembros de Protección Civil, una unidad de la UME, solicitada el martes por la Junta, así como una ELIF de Madrid y el Puesto de Mando Avanzado (PMCyL).

Respecto al origen del incendio, fuentes de la Junta han señalado que se están investigando, mientras el alcalde de Navalacruz ha señalado que en el momento en el que surgieron las llamas "no había gente trabajando" en la zona.

Preguntado por si se ha producido algún momento de temor ante la proximidad del fuego, el regidor ha reconocido que ha habido vecinos que "han pasado miedo", después de que en torno a las 19.30 horas del martes "se dieran cuenta del peligro".

Según ha apuntado, existe la posibilidad de que algunos animales hayan muerto en la superficie arrasada por las llamas, donde existen robles, castaños y monte bajo, además de muchas piedras.

La Junta de Castilla y León mantiene por ahora el nivel 1 de peligrosidad en una escala de 0 a 3, de menos a más peligro.