Las autoridades de Bután han impuesto este martes sus primeras medidas de confinamiento a causa del coronavirus desde el inicio de la pandemia tras constatar un aumento de los casos.

A pesar de que se trata del país del sudeste asiático con menor número de contagios, 113, las autoridades han dado la voz de alarma después de que un ciudadano que regresó al país diera positivo de COVID-19 en la capital, Timbu, según informaciones de la cadena CNA.

Bután cerró las puertas al turismo el pasado mes de marzo después de que un ciudadano procedente de Estados Unidos diera positivo de coronavirus. Posteriormente ordenó una cuarentena obligatoria de tres semanas para todos aquellos que volvieran del extranjero.

"Este confinamiento sin precedentes ha sido impuesto para identificar y aislar a todos los positivos y romper de forma inmediata la cadena de transmisión", ha explicado el Gobierno en un comunicado. Así, ha detallado que se ha restringido el movimiento de la población.

Las autoridades han señalado que "todo el mundo debe permanecer ahora en sus casas para protegerse a sí mismos y a sus familiares y evitar contraer la enfermedad".

Todos los centros educativos y comercios permanecerán cerrados y los exámenes se pospondrán, tal y como recoge el texto. Las autoridades achacan la lenta expansión del virus en el país al rápido rastreo de los casos y a la supervisión y restricción de las entradas en el país.