El Gobierno de Sánchez continúa con su estrategia publicitaria. Cada semana conocemos nuevas medidas que el Ejecutivo plantea aprobar. Esta semana conocíamos la llamada “agenda del cambio” en la que se han propuesto varias medidas laborales y educativas que han provocado mucha polémica. Vamos a realizar un breve repaso:

El suspenso

La ministra de Educación, Isabel Celaá, afirmó que habrá que tomar "unas cautelas" para que un alumno pueda pasar de curso en el Bachillerato con un suspenso, tal y como se contempla en la reforma educativa que está preparando el Gobierno. "Estamos en este momento comenzando la negociación pero consideramos que el Bachillerato es una época más inclinada hacia la Universidad y no hacia el niño que está cursando la Educación Secundaria Obligatoria", dijo la ministra.

Carlos Herrera no dudaba en contestar a la ministra en el monólogo del martes:

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Jubilación forzosa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a impulsar la recuperación de las jubilaciones forzosa por edad en el marco de los convenios colectivos. Lo va a llevar a cabo considerando que es una política que puede facilitar el empleo y que atiende la petición de los agentes sociales, de patronal y sindicatos, que habían pedido rescatar esa figura siempre y cuando el trabajador tenga derecho a la pensión completa. La mayoría de los expertos coinciden en que esta medida no tendría el efecto deseado y que es contraproducente para una economía que lo que necesita es que haya más cotizantes.

Control de horarios

También pretende establecer el registro obligatorio de los horarios. Todo con la intención de que se puedan evitar abusos por parte de las empresas a sus empleados y así, facilitar la resolución de discrepancias entre ambos actores.

Otras ideas de la “agenda del cambio” de Sánchez

En este contexto su intención de recuperar el valor de la negociación colectiva y reforzar la causalidad de la contratación temporal, así como el anunciado deseo del Gobierno de reducir el número de contrataciones. En concreto, según ha recordado Sánchez, serían esencialmente tres los tipos de contratos: uno indefinido, uno temporal y otro de formación o relevo.

De la misma forma ha apostado por reducir sustancialmente el número de bonificaciones y deducciones a la contratación, dejando solo aquellas que afectan a los colectivos más vulnerables y necesitados.

Su "agenda del cambio" incluye también para antes de fin de año un plan de choque por el empleo joven, poniendo el énfasis en la mejora de las competencias digitales y de las competencias en lengua extranjera.

De la misma forma ha ratificado una próxima ley de Formación Profesional para desarrollar el modelo de FP dual, incorporando a las empresas mediante fórmulas flexibles y creando consorcios en todo el territorio nacional.

Un gran número de propuestas que parecen más una estrategia de marketing político que una verdadera intención de mejorar el país. Más aún, si tenemos en cuenta el escaso número de diputados que tiene Sánchez en el Congreso.