El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha reconocido este martes que, si no se producen avances en el diálogo abierto en Cataluña, habrá que "suspender" la "terapia del ibuprofeno", que puso en marcha el Ejecutivo para rebajar la tensión en la comunidad.

En respuesta a la senadora del PP Luisa Fernanda Rudi en la sesión de control en la Cámara Baja, Borrell ha recordado que esa llamada política del ibuprofeno tiene por objetivo "desinflamar" la crisis política en Cataluña, pero ha admitido que, si los independentistas ponen condiciones "imposibles", entonces habrá que suspender ese tratamiento.

Entre esas condiciones "imposibles", Borrell ha citado la exigencia de reconocer el derecho de autodeterminación, un derecho "inexistente" que no está reconocido "en ninguna parte del mundo", o la solicitud al Gobierno de que ponga en libertad a los presos independentistas cuando en España existe separación de poderes.

Reclusos, ha recordado, que están en prisión provisional por decisión judicial y no del Gobierno.

"El ibuprofeno quizás no tenga efectos tan rápidos como los que tiene en el cuerpo humano", ha subrayado Borrell, que ha garantizado en cualquier caso que el Ejecutivo no hará "ninguna concesión" al margen de la Constitución.

En cualquier caso, ha rechazado poner "cortapisas al dialogo", siempre y cuando las soluciones que se puedan acordar estén amparadas en la carta magna.

Por su parte, Rudi ha achacado la actual situación a la "irresponsabilidad" de la moción de censura que aupó al Gobierno a Pedro Sánchez, que fue "legal y legítima", pero apoyada por los partidos independentistas.