El Ministerio de Salud de Bolivia ha confirmado este lunes 44 fallecidos por coronavirus en las últimas 24 horas, hasta un total de 9.680 víctimas mortales desde el comienzo de la pandemia, así como 1.550 nuevos positivos por coronavirus, lo que eleva a 188.733 el balance provisional de casos acumulados.

Estas cifras se enmarcan en la segunda ola que está sufriendo el continente latinoamericano iniciada el pasado diciembre y, para Bolivia, supone un dato a la baja después de informar de la cifra récord de 2.573 nuevos casos diarios.

En medio del rebrote, el Gobierno de Luis Arce se ha enfrentado a una crisis dentro del Ministerio de Salud tras el positivo del exministro Édgard Pozo y su dimisión por el riesgo que comportaba su contagio dada su edad avanzada. El nuevo ministro de Sanidad, Jeyson Auza, quien tomaba juramento el pasado sábado, será el encargado de gestionar el proceso de vacunación que está previsto comenzar este mes en el país andino.

Arce ha declarado que su Gobierno está trabajando por "sincerar" el registro de contagios así como por masificar las pruebas de detección del COVID-19, según ha informado la Agencia Boliviana de Información (ABI).

Asimismo, se ha referido al anterior "gobierno de facto" de Jeanine Áñez, que gestionó el país durante un año, para explicar que han "establecido una estrategia muy diferente, ya que hacía la menor cantidad de test y además de manera inoportuna y con reportes que no eran confiables".

Añez, en su cuenta oficial de Twitter, ha respondido a estas declaraciones asegurando que "en mi gobierno hicimos las gestiones necesarias para la compra de vacunas".