El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, lamenta que grupos de derechas como el PP "no suelten lastre" y rechacen la Ley de Memoria Democrática que aprobará definitivamente este miércoles el pleno del Senado, ya que asegura que "no hay ningún artículo que les pueda resultar incómodo".

La Ley de Memoria Democrática será aprobada previsiblemente este miércoles en el Senado sin incorporar cambios al texto aprobado con anterioridad en el Congreso de los Diputados y pese a los vetos (enmiendas a la totalidad) presentados en la Cámara Alta por PP, Vox, Ciudadanos y UPN, contrarios a la norma.

En declaraciones a los medios en el Senado, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha dicho que esta ley "va a saldar una deuda con millones de españoles que fueron víctimas de la Guerra Civil y de la represión franquista" y ha lamentado el voto en contra de la derecha.

"Me hubiera encantado que la derecha española suelte lastre definitivamente y hubiera apoyado una ley de memoria que es una ley perfectamente homologable con todas las leyes europeas de todos los países de nuestro entorno que han sufrido dictaduras", ha comentado.

Bolaños considera que "no hay ningún artículo" de la Ley de Memoria que "pueda resultar incómodo" para los grupos de derechas como el PP, ya que asegura que es una norma "que está con las víctimas, con la democracia, con la Transición y con la Ley de Amnistía".

"Nuestra democracia va a ser mejor cuando la Ley de Memoria se apruebe definitivamente", ha añadido.

Además, ha señalado que permitir recuperar restos de seres queridos "no es de derechas ni de izquierdas, es pura humanidad y esta ley lo garantiza".

En el debate de la Ley de Memoria Democrática en el pleno del Senado, los senadores del PP, Vox, Ciudadanos y UPN han coincidido en denunciar que esta ley "rompe el consenso de la Transición" y que impone una visión "sectaria" de la historia.

También han afeado al PSOE que haya consensuado con grupos como EH Bildu esta ley, que aseguran que fomenta la "desigualdad" entre las víctimas del franquismo y las víctimas de ETA.

Los senadores del PSOE han rechazado todas estas críticas y han negado haber hecho ninguna "concesión" a EH Bildu con esta ley.

El compromiso del Estado en la búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil y la dictadura franquista y el estudio de posibles vulneraciones de derechos humanos entre 1978 y finales de 1983 son algunas de las claves de la nueva ley, que nace sin un consenso social y político amplio.

Y es que más allá del rechazo de los grupos de la derecha, la ley no cuenta con el respaldo de buena parte de las víctimas del franquismo ni de políticos de la Transición como el expresidente socialista Felipe González.