La niña Begoña Urroz, muerta en 1960 con tal solo 20 meses a causa de un atentado con bomba del DRIL en San Sebastián, será la séptima víctima de "la violencia de motivación política" que tendrá una placa en su memoria en las calles o lugares públicos de la capital guipuzcoana.

El Ayuntamiento donostiarra celebrará el próximo sábado a mediodía un acto para colocar el distintivo en la estación de Eusko Tren de Amara, donde la bebé resultó herida de gravedad por la explosión de una bomba el 27 de junio de 1960 y falleció al día siguiente.

La primera teniente de alcalde de Donostia, Nekane Arzallus, ha anunciado la iniciativa en una rueda de prensa que ha ofrecido este martes, tras la reunión del gobierno municipal, en sustitución del regidor, Eneko Goia, que está en cuarentena en su domicilio por haber estado en contacto con una persona que dio positivo en covid-19.

Arzallus ha recordado que durante años el asesinato de Begoña Urroz Ibarrola fue atribuido a ETA, pero una reciente investigación concluyó que el atentado fue obra del Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL).

En junio de 2019, el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo publicó un estudio con los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por el historiador Gaizka Fernández Soldevilla y el periodista Manuel Aguilar.

El informe documentó que el grupo antifranquista y antisalazarista DRIL fue el autor del atentado con bomba perpetrado en la estación ferroviaria de Amara en 1960.