El extesorero del PP Luis Bárcenas ha estado declarando este lunes dos horas en una pieza secreta del caso Kitchen, en el que se investiga la presunta sustracción en una operación parapolicial en 2013 de documentación y grabaciones comprometedoras para dirigentes del PP que guardaban él y su familia.

Su declaración como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón se ha producido por videoconferencia desde la prisión de Soto del Real, donde cumple condena por el caso Gürtel, y se ha prolongado dos horas, según las fuentes consultadas, que no han ofrecido más detalles al ser secretas las actuaciones.

El magistrado acordó tomarle declaración tras darle traslado la Fiscalía de la carta en la que Bárcenas manifestaba su "voluntad" de colaborar en todos los casos que afecten al PP, como este de Kitchen.

En esa carta, Bárcenas daba a entender que aportaría pruebas en esas causas, y hablaba de una conversación con el expresidente del Gobierno en 2009 en su despacho en la que éste le comentó que se había desecho de los documentos sobre la caja b en una trituradora de papel, sin saber que el extesorero conservó una copia.

En la misiva hacía asimismo referencia a la operación kitchen, en la que aseguraba, llegaron "hasta el punto de lograr la sustracción de documentación sensible" para el PP, como fue el robo de "pendrives" y "diversos papeles" del estudio de su mujer.

También hablaba de una grabación a su predecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta, en la que este confesaría el pago de sobresueldos y menciona a Rajoy, y que en el juicio que comenzó contra él la semana pasada por la caja b del PP se supo que no la tenía en su poder y que, en todo caso, podría aportarla un periodista al que su defensa pidió llamar como testigos.

Su abogado admitió, en la fase de cuestiones previas del juicio, que no podía aportar nuevos documentos porque todos los entregó en 2013, cuando sacó a la luz sus famosos "papeles", o se los robaron en la operación Kitchen.

No es la primera vez que declara en esta causa como perjudicado, la última fue el pasado 18 de diciembre, cuando aseguró que, durante su estancia en prisión preventiva, un abogado, al que él vinculó con el PP, fue a visitarle y le advirtió de que, si hablaba, su mujer Rosalía Iglesias acabaría en la cárcel.

También fue preguntado sobre cómo se produjo la contratación como chófer de Sergio Ríos y que, según la investigación, llegó a copiar documentos que después facilitó a uno de los policías imputados en Kitchen, el excomisario Enrique García Castaño, El Gordo.EFE