Cuando los dueños de la cervecería Giralda de Sevilla decidieron rehabilitar su local el pasado verano no se podían imaginar que encontrarían un hamam almohade del siglo XII de tanto valor. Las obras han despejado murales de gran calidad que habían quedado ocultos en la remodelación del edificio que hizo el arquitecto Vicente Traver a principios del siglo pasado.

Es el único baño árabe hallado en la península que conserva toda su decoración, por lo que da muchas pistas de cómo eran estos establecimientos en la época almohade en capitales del imperio como era Sevilla. El estar a escasos metros de la mezquita mayor, de la misma époxca, da cuenta de su importancia.

Lo primero que apareció durante la reforma fueron las claraboyas de distintos tipos. Tras su hallazgo, los promotores de la obra decidieron cambiar el rumbo de la reforma, eran conscientes de que estaban ante algo único. Se conservará la barra y los zócalos colocados a principios del siglo XX, y el establecimiento seguirá funcionando como un bar, para lo cual, se va a instalar una cornisa metálica.

Por ahora se han rescatado 88 luceras de cinco formas y tamaños distintos, que no solo aportaban luz sino que formaban parte y se integraban perfectamente en la decoración. Además, se están limpiando las pinturas, que estaban cubiertas por una capa de humedad.

Se conservan dos salas de los baños, que hasta ahora han sido dos comedores de la cervecería; una cuadrangular cubierta por una bóveda esquifada, y una habitación rectangular cubierta con bóveda de cañón. Las columnas de las salas son posteriores, del siglo XVI.

Aunque en la historiografía sevillana apenas hay rastro de la existencia del hamman, hay un testimonio de 1634 en el que se dice que "perseveran allí señales de que fue un baño, y algunos quieren decir que es parte de él la bóveda que se ve al entrar por la Borceguinería -la actual Mateos Gago-, pero no parecen aquellos edificios de baños sino reliquias de algún circo o anfiteatro".

El bar Giralda abrió sus puertas en 1923 con el nombre de Bar Español. Cambió de nombre en 1934 por el del monumento que se ve desde sus ventanas, sin saber que el propio bar era en sí mismo un monumento.