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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido este lunes de que "resulta indispensable" diseñar un plan de consolidación fiscal que debería comunicarse "sin demora" y ejecutarse de forma gradual una vez superada la crisis derivada de la pandemia.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados con motivo de la tramitación del proyecto presupuestario, Hernández de Cos ha insistido en la necesidad de reducir los desequilibrios fiscales para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas, aunque "las políticas monetaria y fiscal deben evitar una retirada prematura de los estímulos".

"La definición y comunicación temprana de este plan contribuiría a aumentar su credibilidad y a sentar las bases para poder llevar a cabo un proceso de ajuste gradual", ha subrayado, al tiempo que ha apuntado a la actualización del Programa de Estabilidad prevista para abril como "un buen momento" para hacerlo.

De no emprender este proceso "temprano" y "detallado", ha señalado, la deuda pública continuaría en torno al 115 % del PIB en los próximos 15 años y se reduciría el margen de actuación ante futuras crisis, con la consiguiente "vulnerabilidad" para la economía.

Así, ha apuntado que no puede descartarse que la volatilidad de los mercados aumente en los próximos meses, lo que afectaría a los tipos de interés, y que el mantenimiento de un alto endeudamiento puede afectar a la economía, por ejemplo, al exigir durante mucho tiempo altos niveles de presión impositiva.

Ese proceso de reducción del déficit se enfrenta a retos importantes, ha reconocido, ya que el gasto primario del Estado y la Seguridad Social -excluidas inversiones y prestaciones por desempleo- ha crecido más del doble que los ingresos entre 2019 y 2021.

En ese sentido, ha apuntado que pese a que las medidas de sostenimiento de rentas han sido importantes durante la crisis, si se adoptan medidas estructurales estas tendrán impacto en el déficit estructural y, por lo tanto, en las cuentas públicas.

Por lo que respecta a la previsión de déficit público para 2022, del 5 % del PIB, el gobernador observa tendencias opuestas, ya que mientras los riesgos económicos presionan al alza, un gasto menor que el presupuestado -por ejemplo, si no se ejecutan todas las inversiones- lo haría a la baja.

FONDOS EUROPEOS

Con respecto a los fondos europeos, el gobernador ha instado a "explotar todo el potencial" de estos recursos, un "reto" que requiere, entre otras cuestiones, adoptar reformas estructurales y elegir los proyectos a financiar con "un proceso apropiado y transparente" que garantice su capacidad impulsora de la economía.

De Cos también ha apuntado el riesgo en capacidad de ejecución de los fondos, ya que se trata de "un volumen de gasto en inversión sin precedentes", lo que podría afectar al impacto estimado de estas políticas en el crecimiento, de seis décimas este año y un punto en 2022.

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El gobernador ha reconocido la necesidad de simplificar las reglas del actual Pacto de Estabilidad y Crecimiento para mejorar la "hasta ahora escasa" capacidad de acumular colchones fiscales en los períodos de bonanza y lograr un "mayor automatismo" para corregir las desviaciones.

"Se hace necesario un nuevo marco en el que las autoridades fiscales nacionales y supranacionales se complementen entre sí", ha añadido, al tiempo que ha cuestionado que el gasto en medidas climáticas quede fuera del cómputo de reglas fiscales, ya que supondría una aproximación nacional a un problema global.